El eco de la solidaridad

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Nos enorgullece hacer parte de una comuna que se manifestó inmediatamente con ánimo y voluntad de dar solución a la crisis del centro de adopciones

Al menos temporalmente, se resolvieron las angustias económicas de la corporación Casa de María y el Niño, institución ubicada en el barrio Los Balsos 1. Luego de que en la edición 609 de Vivir en El Poblado publicáramos un informe sobre la grave situación que la tenía próxima al cierre, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) le pagó todas sus obligaciones hasta el mes de febrero.

Las agobiantes circunstancias de esta corporación, que acoge niños con derechos vulnerados, nacieron con la creación de la Contribución Empresarial para la Equidad (Cree), figura jurídica mediante la cual el Ministerio de Hacienda asumió el recaudo para financiar instituciones como la Casa de María y el Niño a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Ahora, luego de superado el impasse y ponerse al día, el ICBF reconoció que instituciones como la Casa de María y el Niño, aliadas adscritas al sistema, no tienen por qué sufrir el incumplimiento de los pagos y se comprometió a seguirlos realizando de manera oportuna.

Sin embargo, fueron 120 días en los que la operación para dar comida, salud, educación y bienestar general a 61 niños de la Casa de María y el Niño se mantuvo en vilo. Los menores, en principio víctimas de la negligencia familiar y social, se convirtieron de nuevo en víctimas, esta vez por parte de la tramitología del Estado que, paradójicamente, los ampara. Esto se suma a las dificultades que desde noviembre de 2011 enfrentan para ser adoptados, luego de que la Corte Constitucional determinara que antes de dar un niño en adopción se debe intentar ubicarlo en su familia biológica, ¡nada más y nada menos que hasta el sexto grado de consanguinidad! Sobra decir que el cierre de la Casa de María y el Niño hubiera ahondado la desconfianza y el escepticismo de estos niños que viven a la espera de un milagro, de un gran cambio de vida.

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Casos como este, en que un centro de adopciones se enfrenta a la posibilidad de cerrar sus puertas por falta de recursos, no son comunes en El Poblado donde, para bien o para mal, los recursos y las iniciativas privadas sobrepasan a las públicas.

Aunque nos alegra que el problema se haya solucionado, nos inquieta el futuro de estas instituciones. Nuestro interés es contribuir, a través de la información, a la sostenibilidad del proyecto de adopciones en la Casa de María y el Niño; lo más importante es el bienestar de los menores y una pronta consecución de familias adoptantes idóneas.

Nos enorgullece hacer parte de una comuna que se manifestó inmediatamente con ánimo y voluntad de dar solución a la crisis del centro de adopciones. Como lo expresó el director de la entidad, Jaime Alberto Molina, “fue una oportunidad importante como termómetro para ver cómo las personas del sector se solidarizaron con nuestra causa”. Para aquellos solidarios que se manifestaron y para quienes se enteran ahora, la Casa de María y el Niño recibe siempre donaciones en especie para las necesidades que permanentemente tienen de aseo y alimentación. Contáctelos en el 2686112 –extensión 105– o en:
www.casademariayenino.org

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