Por: Juan Sebastián Mora
“Si The Beatles es el cuarteto de rock and roll original, entonces Ringo es el baterista de rock and roll original. Siempre pensé que tenía un gran estilo. Un maravilloso swing… Ringo tenía su propio sonido”, afirma Dave Grohl, exbaterista de Nirvana y líder de los Foo Fighters. “Es vastamente menospreciado. Las partes de batería de A Day In The Life son complejas. Tú podrías decirle a un gran baterista de ahora ‘lo quiero así’ y no sabría qué hacer”, sostiene Phil Collins, baterista y cantante de Genesis. Por su parte, Jim Keltner, uno de los bateristas de estudio más famosos y respetados de todos los tiempos, alguna vez dijo: “Es un ídolo para mí”.
Esta breve introducción reivindicatoria del músico de Liverpool, apunta a discutir la noción que muchos tienen sobre Ringo como “el tipo más suertudo del mundo”. En la visión que se tiene de The Beatles, McCartney y Lennon aún son considerados, merecidamente, como los genios indiscutidos y motores creativos del grupo; Harrison es retratado como un talento en las sombras que a partir de 1968 debió haber tenido más espacio; mientras que Ringo continúa con la imagen del tipo simpático al que en los videos del grupo se le ve mover más la cabeza que las manos.
A los escépticos en cuanto a las aptitudes de Ringo con las baquetas, les sugiero que escuchen, por citar algunos ejemplos, Helter Skelter, The End y particularmente Rain (esta última fue grabada a una muy alta velocidad y luego, mediante trucos de grabación, ralentizada, lo que hace más admirable el resultado final de Ringo en la batería).
En otras facetas el talento de Starr es menos brillante, pero existente. Está lejos de ser un gran cantante –él es el primero en admitirlo–, y si bien ha escrito algún material interesante (Back Off Boogaloo, Octopus’s Garden y Vertical Man, por ejemplo), tampoco es considerado un destacado compositor. Sin embargo, las pocas expectativas ante su obra han sido más un plus que un contra. De hecho hasta 1975 Ringo fue de forma inesperada el segundo exbeatle más exitoso –el primero fue McCartney– en lo que se refiere a hits en los primeros lugares de las listas británicas y americanas.
Starr en la capital
En su presentación en Bogotá en la Gran Carpa de Eventos, en el Centro Comercial Bima, jugó a su favor la vieja incapacidad para realizar exigentes interpretaciones vocales como McCartney y Lennon, pues con su rango vocal actual le alcanza para interpretar sin problemas los pocos temas que se le asignaron en The Beatles.
Contrario a lo que muchos piensan, la audiencia de su concierto en la capital fue tan multigeneracional como la de McCartney, solo que a una escala menor. Observar a Ringo en vivo es una experiencia tan musical como emocional, pues es imposible desligar a ese tipo de gafas oscuras, de apariencia sorprendentemente joven para tener 74 años, de aquel que conquistó al mundo con The Beatles en los años 60.
Warren Ham, Steve Lukather y Ringo Starr
Ante cerca de 2.500 personas, Ringo abrió con Matchbox, ese cover que grabó en 1964 en presencia de su autor Carl Perkins, uno de sus héroes del rock de los 50. It Don’t Come Easy, su primer gran éxito en solitario, fue el corte siguiente. Wings, uno de los temas más pegadizos de Starr, fue interpretado en la versión reggae que regrabó para su álbum Ringo 2012.
Fotos Juan Sebastián Mora
Pero el espectáculo no fue solo para beatlemaniacos. Ringo vino acompañado de su All Starr Band, un grupo formado por músicos como Steve Lukather (se robó el show en la guitarra), de Toto; Richard Page, de Mr. Mister; Gregg Rolie, de la banda de Santana y ex Journey, y Todd Rundgren, cantante, quien curiosamente tuvo una breve pelea mediática con John Lennon a mediados de los 70. Quienes no sabían cómo funcionaba el grupo, fueron sorprendidos con interpretaciones de Oye Cómo Va, Africa, Broken Wings, Hold The Line y otros éxitos de los músicos de acompañamiento de lujo de Starr.
Ante esto hay sentimientos encontrados. Si bien la mayoría de estas versiones fueron bien recibidas y ejecutadas con gusto por la banda, también significó que dejaran afuera del repertorio canciones de Ringo que no debían faltar como Octopus’s Garden y el hit rockero del 72, Back Off Boogaloo. Un poco más de Starr habría sido lo ideal.
Todd Rundgren
Entre los puntos altos del concierto de Ringo estuvo Boys, canción publicada en el álbum debut de The Beatles Please Please Me; Photograph, coescrita con George Harrison y número uno en Estados Unidos en 1973: y Yellow Submarine, que contó con una activa participación del público. I Wanna Be Your Man, ese tema de rock and roll puro, casi prototipo de punk, escrito en su mayor parte por McCartney para With The Beatles, fue al único que le faltó un poco de la energía rebosada de la versión original.
El cierre fue para aplaudir, con el clásico With A Little Help From My Friends. El coro de Give a Peace Chance, en homenaje a Lennon, fue el adiós a un concierto que dejó conformes a los fans que valoramos a Starr como parte esencial de ese grupo y fenómeno musical que sigue trascendiendo década tras década.