Entre el 7 y el 11 de septiembre, se realizará el XXI Festival Coral Internacional de Medellín. Una cita anual que inspira.
El Festival Coral Internacional de Medellín José María Bravo Márquez invita con una programación que se destaca por la calidad de las voces, su variado repertorio y su agenda académica. Jorge Hernán Arango, fundador y director del Ensamble Vocal de Medellín y del Festival, año tras año entrega toda su energía a un evento que ama. Sus cientos de seguidores también lo han amado.
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El director y compositor enfatiza en que el Festival, a lo largo de sus 21 años, con la presencia de más de 350 coros nacionales e internacionales, más de 320 conciertos gratuitos y con la asistencia de más de 82.000 personas, ha desarrollado actividades de carácter académico con el fin de formar públicos para la apreciación y disfrute de la música coral.
“El próximo año celebraremos el Festival entre el 13 y el 17 de septiembre, esperamos que los que lean esta entrevista nos apoyen”.
Vivir en El Poblado conversó con Jorge Hernán Arango. Esto dijo:
¿Qué siente cuando escucha las voces de su grupo y de los otros?
“Hago memoria sobre mis primeros contactos con la música y recuerdo con profunda emoción a mi padre Pedro Nel Arango, en sus ensayos de música de cámara, sinfónica u ópera. Hoy reafirmo que esa emoción de la música es indescriptible. Cuando escucho a mis coros u otros coros cantar me transporto a esa primera experiencia vivida siendo muy niño y que fue determinante para que dedicara toda mi vida a querer mantener la música siempre viva y reconfortante dentro de mí. Quizá en aquel momento cuando estamos en escena, escuchamos una grabación o tocamos un instrumento, algo en nosotros sabe simplemente que deseaba estar ahí, ser quien produjera ese sonido, de alguna manera, ser ese sonido. Este “alguien”, este “pequeño ser interior”, este “Músico Interior” es quien, a través de su deseo, me impulsó a ser director y compositor de música coral, que es la que está más íntimamente ligada al ser humano por ser él mismo el instrumento con el que se interpreta”.
¿Por qué cree que debe fortalecerse el movimiento coral?
“Una de las actividades del hombre con mayor posibilidad de humanizarlo es la música y en especial el canto coral. Quienes lo han cultivado bien sea por afición o profesionalmente, dan testimonio de su inolvidable experiencia. En Colombia contamos con agrupaciones corales de buen nivel musical, pero falta una política pública de cultura, que fomente la formación de coros en todos los estratos sociales, como ocurre en la mayoría de los países desarrollados del mundo. Vale la pena recordar que formar coros es una tarea poco onerosa, dado que el instrumento musical para su trabajo es la voz humana. Por otra parte, el significado que tienen los coros en la formación integral de sus cantores es insustituible: no solo se aprende lectura musical, historia de la música, apreciación musical, sino ante todo el trabajo conjunto, que contribuye sin duda alguna a la sensibilización humana. En diversas ocasiones, a lo largo de mi labor como director de Coros, he tenido oportunidad de observar –no sin una cuota de asombro- el escaso y a veces la nula conciencia que tanto directivos como docentes poseen del valor pedagógico y socializante de la actividad coral. Desde el punto de vista estrictamente técnico, cantar en un coro implica abordar uno de los aspectos más importantes del arte de la música: saber escuchar al otro y aprender a sumergirse en la totalidad de la obra y de la masa coral fusionando su voz y su intención con la del resto de los cantantes. Dicho en otras palabras: cantar no es el problema, el asunto radica en cantar juntos e íntimamente ligados tanto vocal como anímicamente. La actividad coral, tiene la gran virtud de ubicar a todos los integrantes en un mismo nivel, uniéndolos en la consecución de un ideal artístico común, al ensamblarse lo mejor posible en la masa coral homogénea. Finalmente, es importante formular la invitación al Estado y a la empresa privada para que apoyen el fomento de la práctica coral en nuestro medio, realzando las obras de compositores colombianos y promocionando nuestra música colombiana en todo el mundo”.
¿Cómo financia el Festival, cuando cada vez el apoyo es menor?
“El costo es de cerca de $180.000.000, tendremos que hospedar, alimentar y transportar a 85 cantores visitantes. El apoyo gubernamental está ausente en todas sus instancias y el apoyo privado es escaso. Ante la solicitud de recursos para el Festival casi siempre las respuestas son las mismas: ¨no es un Festival masivo, no es educativo, no aporta a la cultura popular¨, es decir, el arte no importa para ellos. Otras empresas contestan a pesar de haberles enviado solicitud desde el año anterior o principios de este: ¨no tenemos presupuesto¨. Hemos sido avalados por COCREA en la que las empresas aportantes se benefician de un descuento tributario del 165%, pero tampoco ha sido argumento para que seamos apoyados. Se nos ocurrió desde 2017 mediante la campaña El Festival somos todos invitar a un artista para que con su obra el Festival pueda conseguir recursos. Han participado las maestras Male Correa, Carolina Bernal y Laura Montoya, y los maestros Armando Montoya y Luis Rojas y, este año, el maestro Hugo Zapata. Todos ellos han regalado sus obras al evento y nosotros las entregamos mediante una donación hecha a la Corporación Ensamble Vocal de Medellín”.
¡Preparados!
El Festival invita con 19 conciertos. Participan 18 coros de Antioquia, además de la Coral Universitaria UIS, de Bucaramanga; la Coral de la Universidad de Brasilia y el Coro Femenino Cantahuarmi de Guayaquil, Ecuador. Se dictarán seis talleres presenciales dirigidos a todo el público. Jorge Valencia, integrante del Ensamble Vocal de Medellín, se referirá a las dificultades para amplificar o grabar música coral. Y, hay expectativa por escuchar a Olga Mosiychuk Suárez, de Ucrania. www.corpoensamble.org