El hecho de que por el barrio Manila circulen diariamente 2.062 vehículos, de que existan tan solo 27 garajes a los que se les da realmente ese uso, y de que a lo sumo haya 300 celdas de parqueo en sus calles, no fueron argumentos suficientes para que habitantes y algunos comerciantes de este sector de El Poblado dijeran sí a la propuesta de la Secretaría de Movilidad: instalar parquímetros. Por el contrario, en la asamblea general de residentes, 105 personas votaron por el no a las zonas de estacionamiento regulado, contra 51 personas que levantaron la mano por el sí.
El ingeniero Julio Miranda, contratista de la Secretaría de Movilidad y quien asistió a la asamblea en representación de ese organismo de control, justificó la idea de los parquímetros: “La propuesta es que consideren la posibilidad de zonas de estacionamiento regulado. En sitios de la ciudad donde existen parqueaderos públicos fuera de la vía, los parquímetros operan de tal manera que la tarifa sea un poco más elevada que la del parqueadero público, para así incentivar el uso de este último. En el caso de Manila, donde no existe suficiente oferta de parqueadero público, el parquímetro operaría con una tarifa asequible a toda la gente de la zona, con permisos especiales a residentes”. En relación con las señales de “prohibido parquear” existentes en la zona, dijo: “La intervención con ‘prohibidos’ no ha dado los resultados esperados, pues se estacionan vehículos durante todo el día en el carril habilitado para ello, sin que se presente una rotación significativa”.
Julio Miranda, contratista de la Secretaría de Movilidad |
Rodrigo Molina, presidente de la JAC de Manila |
Pese a que la votación se inclinó por el no y superó en un poco más del doble a los votos por el sí, los habitantes y comerciantes de Manila decidieron, también en la asamblea, conformar un grupo de trabajo integrado por dos comerciantes y ocho residentes, quienes buscarán alternativas y mecanismos para dar solución a los problemas de movilidad. Rodrigo Molina, presidente de la JAC (Junta de Acción Comunal), dice: “En el barrio hay que hacer una muy buena señalización, las vías deben quedar unidireccionales y con el respectivo parqueo a un solo costado para que haya mejor circulación de los vehículos”. Molina afirma que siempre ha pensado que el tema de los parquímetros es una medida extrema, y agrega: “Se dice que en Manila no hay dónde parquear pero la empresa que compró el gimnasio Forma y que ahora es Bodytech, entregó el manejo del parqueadero a una empresa que se llama City Park, ese lugar tiene 239 celdas de vehículos. También está el parqueadero del Hospital Santa Ana, que opera como parqueadero público las 24 horas, además, la JAC tiene un proyecto de un espacio al frente de la unidad residencial Pinar del Río y que consiste en instalar un parqueadero público que sería operado por la misma comunidad del barrio Manila”.