Esta semana se estrena A qué suenan tus ojos, un documental de Ana Cristina Monroy, que estará disponible a partir de agosto en la plataforma de RTVC Play. Esta directora tiene, entre otros, el talento de presentarnos personajes asombrosos. Esta vez el protagonista es Juan Pablo, un compañero de viaje inigualable.
Un hombre sentado delante de la inmensidad. Ese es Juan Pablo Culasso. Un hombre que escucha y, al escuchar, abre los brazos y los mueve como quien se deja llevar por la música. Como si en realidad fuera él quien dirige esa sinfonía preciosa que nos regala la vida cuando somos capaces, al fin, del silencio.
Juan Pablo busca -persigue, espera, encuentra, ama- el canto de las aves. Las reconoce a todas como si en otra vida él también hubiera sido un pájaro y hubiera guardado en su memoria cada una de las notas que existen en la naturaleza. Que no es un don, dice, que lo suyo es estudio y dedicación y empeño, y le creo. Pero también creo que hay algo extraordinario en ese ser que parece venido de otro tiempo, de otro mundo. Algo de dios hay en ese hombre que es capaz de hacerse uno con el viento y con el río, con la llanura y la montaña; que es capaz de ser garza y colibrí, árbol, nido, brisa, atardecer.
A qué suenan tus ojos es un viaje, es contemplación, es una invitación a cerrar los ojos y sentarnos delante de la inmensidad para escucharla. Es un llamado al silencio, un camino a la belleza. Y en este viaje, que a la larga es un viaje hacia nosotros mismos, Juan Pablo es el guía. Un maestro en el asombro.