“Los vecinos del barrio Conquistadores estamos indignados, por no decir ¡furiosos! con la tala de decenas de árboles de 20, 30 años y otros más recientes, para dar paso al mega-inútil parque del río, obsesión absurda del alcalde Aníbal Gaviria. Esa franja de frondosos árboles, que separaba nuestro barrio de la congestionada autopista, era una barrera natural contra el ruido, la contaminación ambiental y visual, además, el hogar de miles de animales como pájaros de todo tipo que nos despertaban con sus trinos, insectos, roedores y una cantidad de plantas silvestres y finas que descansaban nuestra vista panorámica”; esta es la queja de un grupo de habitantes del barrio Conquistadores, donde hoy se adelanta el primer tramo de Parques del Río Medellín, proyecto que esta Administración define como el alma del POT y que se extenderá por la Autopista Sur, entre la estación Industriales de metroplús y la Biblioteca Pública Piloto.
Aprovechamiento forestal de 617 árboles
Aunque suene paradójico, aprovechamiento forestal se refiere a la tala de árboles para obtener el beneficio de su madera. Precisamente, en el primer tramo de construcción de Parques del Río, se irán talando o se hará aprovechamiento forestal de árboles, hasta completar 617 ejemplares. “Las labores forestales en la zona comprenden la intervención de 1.173 árboles, de estos, se hará aprovechamiento forestal de 617”, explica Verónica Cotes, subdirectora ambiental del proyecto. En relación con los 556 árboles restantes, se trasplantarán 169, se hará rocería (tala de arboles de menos de 10 cm de diámetro en su tronco) a 385, y dos más serán podados. “Con las rastras de esa madera estamos construyendo bancas que se van a instalar en Conquistadores, también, como este barrio tiene vocación de artistas, ellos están haciendo obras de arte que van a estar en el área del parque que va a tener el primer tramo del proyecto, y el resto de la madera se chipeará (triturará) y se va a utilizar en el paisajismo y los trasplantes” agrega Verónica Cotes.
El argumento de Antonio Vargas, gerente de Parques del Río, cuando dice: “Este será el primer gran parque público de la ciudad y desde diferentes aspectos del componente ambiental aportará a la sostenibilidad con el mejoramiento de la calidad del aire, la disminución de los niveles de ruido y la creación de nuevas áreas de espacio público; gracias a las zonas que se generarán con el soterramiento de las vías”, no convence a los habitantes del sector. Estos aseguran no entender el empecinamiento de la Administración Municipal “en destruir lo bueno que ya tenemos para dar paso a un faraónico proyecto, cuestionado ampliamente por expertos locales y extranjeros (…) reiteramos nuestra protesta por el DESASTRE ECOLÓGICO (sic) promovido a toda costa por el Alcalde de Medellín ¡y que ya no tiene solución! Desde hoy y durante muchos años, los medellinenses recordaremos con tristeza y desconsuelo lo que era un hermoso bosque, convertido en un botadero de escombros, tierra árida y sin vida. Para muchos de nosotros, esa será la última imagen que tendremos porque somos adultos mayores”.
Otras voces inconformes
“El Área Metropolitana lo manejan una parranda de profesionales jóvenes que no saben dónde están parados, vamos a convertir a Medellín en un desierto; esos árboles no había necesidad de talarlos. ¿Por qué acabar con los 30, 40 o 50 años que tenían? Lloramos de ver lo que está pasando”. Esta es la expresión de una habitante del barrio El Poblado quien pidió no ser identificada, en relación con Parques del Río. Por su parte, Camilo Quintero, uno de los líderes del colectivo ciudadano Túnel Verde dice: “¿Cómo hacer para que arquitectos y diseñadores tengan en cuenta en sus diseños el entorno? ¿Cómo planear teniendo en cuenta la flora y la fauna en un lugar?”. Así desde Parques del Río Medellín se asegure que en la primera etapa se van a sembrar 1.773 árboles nuevos en el sector y 6.000 más en diferentes puntos de la ciudad, lo cierto es que aquellos gigantes frondosos del barrio Conquistadores no se volverán a ver; dichosos los ojos que en una época los pudieron contemplar.