Patio Bonito olía a trapiche

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El origen de los principales barrios de clase alta de El Poblado, como Manila, Astorga, Castropol, Lalinde, Vizcaya, Alejandría y Villa Carlota, entre otros, se encuentra en las fincas de propiedad de familias adineradas de la antigua villa de Medellin, donde pasaban los periodos vacacionales y las fiestas de fin de año. Hoy visitamos a Patio Bonito.

A principios del siglo XIX Patio Bonito era una finca de propiedad del señor Nolasco Posada Arango situada a las afueras del caserío del Aguacatal, en el camino que conducía de Medellín a Envigado. Poseía una pequeña casa, pesebrera y horno para la quema de piezas de barro. Patio Bonito pasó luego a ser propiedad del yerno de Nolasco, Manuel José Escobar, quien la compró a su suegro.  

Mientras corría el siglo, Manuel José empezó a agrandar su finca adquiriendo terrenos aledaños. Primero compró el lote que limitaba por la parte posterior y bajaba cerca de la quebrada La Presidenta hasta el río Medellín; luego otros dos lotes más, uno de ellos situado en las goteras del caserío, el cual poseía un buen trapiche de rueda hidráulica (Pelton), donde se procesaba la caña producida en los cañaduzales de la finca, y donde se obtenía panela y azúcar de pan. A aquellos se agregaron cinco lotes más, producto de remates y compras sucesivas que se continuaron hasta comienzos del siglo XX.

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En el año 1900 se hizo una primera ampliación de la casa, de acuerdo con las necesidades de la época: se aumentó el número de habitaciones, baño de inmersión, troja, sillero y piezas para peones.   

Al año siguiente, un nuevo lote le fue anexado a la hacienda, la manga de Martiniano, la cual tenía salida al camino que unía a El Poblado con la estación del ferrocarril (hoy Calle 10) y otra finca situada en la margen izquierda del río hasta Cristo Rey, en Guayabal, terreno este que poseía un tejar.

A la muerte de los esposos Escobar Posada, Patio Bonito pasó en herencia a su hijo Abraham, quien, con su esposa Maria Jesús Arango y familia, alternaron su residencia entre el centro de Medellín y su hacienda, durante más de 20 años, entre 1902 y 1925. Allí nacieron varios de sus 17 hijos. 

El trapiche de Patio Bonito producía panela, panes de azúcar y miel para animales. De sus chimeneas salía un olor que endulzaba la vida de todos en El Poblado.

Don Abraham siguió a su vez agrandando la propiedad. Sin embargo, en 1932 vendió al Municipio una parte de la hacienda situada en la margen izquierda del río, para construir la nueva feria de ganados; esto, debido a la difícil situación económica por la que atravesaba la familia, pues ya habían nacido todos los hijos y muchos de ellos se encontraban estudiando.

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El trapiche y el ferrocarril

En el trapiche de Patio Bonito, el cual funcionó hasta 1940, trabajaban a destajo durante las moliendas cerca de 10 trabajadores residentes en Tenche y Belén Rincón. Además de panela se producía allí miel para animales. El olor de la caña endulzaba la vida de todos en el caserío de  Poblado. Los cañaduzales eran los más extensos a orillas del rio Medellin. 

El trapiche de Patio Bonito producía panela, panes de azúcar y miel para animales. De sus chimeneas salía un olor que endulzaba la vida de todos en El Poblado.

En 1946 se remodeló la casa que ya se había hecho vieja, conservando la estructura que se le había dado en 1900 y adecuándola a condiciones más modernas.

La estación Poblado del ferrocarril de Amagá – inaugurada en 1911- cortaba la parte inferior de la hacienda, y el lote situado entre el río y la carrilera -hoy avenida las Vegas- fue vendido al Departamento para la construcción de una nueva planta de la Fábrica de Licores, adicional a la existente en La América. Sin embargo, después, en una parte de ese lote se construyó el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y, en 1970, el INEM José Félix de Restrepo, en la otra parte del lote.

En 1962 se constituyó la Sociedad Urbanizadora Patio Bonito entre la señora Maria Jesús Arango de Escobar y sus hijos. Esta fue la primera urbanización privada que se constituyó en El Poblado y, según cuenta Arcila Estrada (2020), con unos costos muy altos, pues no fue posible que vías, canalización ni mejoras fueran absorbidas por la oficina de valorización municipal.

En el año 1966, la familia Escobar Arango donó a la Arquidiócesis de Medellin un lote de terreno en el barrio con destino a la construcción de un templo que estuviera bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, pues por voluntad de la señora Arango de Escobar la urbanización debía tener una iglesia. Solo en 1980, por iniciativa del sacerdote Hernán Montoya, se comenzó a celebrar la eucaristía en el lote donde debía estar dicho templo, con una importante afluencia de feligreses y residentes de las tres urbanizaciones que en aquellos momentos había: El Remanso, El Futuro y Patio Bonito. En ese mismo año fue creada la parroquia y, seis años más tarde, inaugurado el templo. 

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“Un crimen contra la ciudad”

En 1984, la casa grande de Patio Bonito -que tal vez muchos recuerden todavía- fue demolida para construir un edificio de apartamentos de 15 pisos, en lo que fuera calificado en su momento “uno de los peores crímenes contra la ciudad”, pues aparte de destruir “ese caserón hermoso, con ese corredor florecido” que era una marca urbana, “los árboles inmensos y viejos y a punta de tractores los han tumbado sin compasión y sin que nadie ponga un pero” (Héctor Rincón, El Mundo, 28 de marzo de 1984). 

La descendencia de la familia Escobar que había residido allí durante tres generaciones pasó a vivir muy cerca del lugar donde había estado su vieja casona. 

A finales de la década de los 80, ya estaban en construcción las urbanizaciones Fuerteventura y Patio Bonito. Más tarde, en sectores vecinos se construyeron Vegas de El Poblado, El Patio, El Aljibe, Torres Blancas 1 y 2, Suramericana Patio Bonito, El Limonar, Cañaveral, Guadalquivir y El Camino de Patio Bonito. En 1995 contribuyó aún más a la modificación del barrio la edificación de la Estación Poblado del Metro (Vivir en El Poblado, 27 noviembre, 2010).

Señas de Patio Bonito

De acuerdo con el Plan de Desarrollo de la Comuna 14 (2010), Patio Bonito contaba en ese año con 8.501 habitantes, 18.533 m2 de espacio público y una densidad de 2,18 m2 de espacio público por habitante. Presenta, adicionalmente, una de las mayores densidades de vivienda de El Poblado, con 32,4 viviendas por hectárea, por debajo de los barrios Castropol (47,7 viviendas por ha), Alejandría (36,5), Santa María de Los Ángeles (35,7) y Las Lomas 1 (34,4). 

De oriente a occidente, el barrio se extiende desde la avenida El Poblado hasta el río Medellín, y de norte a sur desde la quebrada La Presidenta hasta la Calle 4 Sur. Limita con el barrio La Aguacatala por el sur; por el oriente con Alejandría y La Florida; por el norte con Astorga y Manila; y por el occidente, con el río de por medio, limita con Guayabal y Campo Amor. 

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