El fútbol puso a hablar al país, a la ciudad, a hinchas de diferentes equipos, a aficionados, a los que reconocen a los equipos de grandes ligas, a los que solo celebran finales, a los despreocupados que no han mostrado por el fútbol mayor interés. Medellín se toma la palabra, el programa de la Alcaldía de Medellín y la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia que busca que los ciudadanos discutan sobre temas de interés colectivo, encontró en el fútbol una oportunidad para hacerlo. ¿Puede el fútbol construir ciudadanía?, fue uno de los interrogantes, en su tercer ciclo de discusión denominado Ciudadanía.
A la pregunta ¿usted piensa que ir a un estadio de fútbol es peligroso?, el 78% de las mujeres y el 70% de los hombres contestaron que sí; solo el 27% de la población sabe si en su ciudad hay planes en pro de la convivencia en el fútbol y el 84% cree que el fútbol sirve como un mecanismo de educación. Estos son algunos resultados de la Gran Encuesta Nacional de Fútbol, realizada por el Centro Nacional de Consultoría para formular el Plan Decenal de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol 2013-2023. Fueron presentados por su coordinador, Felipe Trujillo, en el diálogo Fútbol, barras y ciudadanía, el 3 de julio en el Estadio Atanasio Girardot. “Colombia es el único país que ha planteado una política pública para la convivencia en el fútbol, donde después de diagnosticar problemas como xenofobia, intolerancia, reacción y no prevención de los desórdenes y conflictos, y estigmatización de los barristas, el gobierno tomó medidas para vivir el fútbol en paz”, destacó.
El jugador de Nacional, Diego Arias, representantes de las barras RXN y Los Del Sur, el comentarista deportivo Iván Darío Estrada y el coordinador de Deporte y Convivencia del Inder Diego Londoño, participaron también en este diálogo coordinado por el periodista Guillermo Zuluaga. “La responsabilidad de los conflictos no está en el fútbol, hay que analizarlo de una manera objetiva. Es un deporte y como tal puede aportar cosas buenas para la sociedad, pero puede haber situaciones más de fondo, responsables de los desórdenes en las tribunas”, dijo Diego Arias, quien espera que a partir de este tipo de eventos los jugadores puedan transmitir valores como la solidaridad, la sana competencia y la honestidad.
Las barras también tienen ideas y propuestas. Por ejemplo, desde hace tres meses en el barrio Florida Nueva hay una sede social y cultural de la barra de Los Del Sur abierta a la ciudadanía, con centro de documentación especializado en fútbol, galería de arte y espacio para el cine, las charlas y la lectura. “Hace más de 10 años tenemos proyectos con los cuales creemos aportar a la construcción de una ciudadanía, no solo como barra, sino como miembros de una ciudad, de una familia, de un barrio, de la escuela; talleres de convivencia en los colegios y el proyecto de arte Con la pelota en la cabeza, son algunos de ellos”, dice Raúl Martínez, integrante de Los Del Sur. Son conscientes de la necesidad de reconstruir estereotipos y eliminar una denominación como la de “barras bravas”. “No somos eso y por eso estamos trabajando por ser muy diferentes a lo que la gente concluye que somos”, finaliza.
De esta manera se cierra el ciclo Ciudadanía, en el que además se discutió con habitantes de la Ciudadela Nueva Occidente, habitantes de calle y líderes estudiantiles (conclusiones y resultados de las conversaciones en parquedelavida.com).