La contienda electoral logró desviar temporalmente la atención de algunos asuntos, no por ello sin importancia. Por ejemplo, del tema de Space y su inminente demolición, de acuerdo con la decisión del inspector de Policía 14 A de El Poblado, Róbinson Murillo, quien mediante el acto administrativo 096 del 13 de junio confirmó la resolución 009 del 20 de enero pasado, que ordenaba a Lérida CDO la demolición de las torres 1 a 4 del edificio Space. Aunque el recurso de reposición interpuesto por esta constructora en enero para evitar la demolición fue por fin desestimado, Lérida CDO logró ganar tiempo, cinco meses valiosos en los que la agonía de los copropietarios se prolongó. Con qué intenciones, no lo sabemos.
Este ánimo de dilación persiste, aunque con otras estrategias. Como lo informamos en esta edición, al cierre de esta (18 de junio a las 6 pm) la Inspección 14 A no había podido notificar oficialmente a CDO del acto administrativo, sobre el cual no procede recurso alguno. Y, según la ley, solo cuando se le notifique empezarán a correr los ocho días calendario que la constructora tiene de plazo para presentar el plan de demolición de las torres. Y Lérida CDO lo sabe, de manera que no es casual que no se haya dejado notificar, lo cual no deja de ser increíble en un país donde la celeridad en los procesos y para impartir justicia a veces es sorprendente, como en el caso del conductor del bus y el pastor involucrados en la reciente tragedia de Fundación. Entre tanto, en lo relativo a Space el tiempo sigue pasando.
Desde enero advertíamos en los editoriales que varias actuaciones de Lérida CDO, entre ellas la descabellada insistencia, contra toda evidencia, de “repotenciar” unas estructuras mal construidas, que amenazaban ruina e incluso cobrar más vidas que las de las 12 víctimas iniciales, parecían conllevar la intención de ganar tiempo. Pero CDO logró evitar la demolición conjunta de las cinco torres que quedaban en pie, como lo había considerado en un principio la Alcaldía, y se amparó en la presentación de una propuesta que resultó ser todo un fiasco, según se desprende del informe presentado por la Universidad de Los Andes, avalado por el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo. “…El plan presentado por CDO para rehabilitar las etapas 1 a la 4 del edificio Space no es ni completo ni consiste con normativas vigentes, ni resuelve temas de riesgo durante la intervención propuesta…”, dijo la vicealcaldesa de Educación, Claudia Restrepo. “Como está presentada, no es técnicamente viable”, adujo Luis Eduardo Yamín, representante de Uniandes.
Una de dos: o no tienen idea de construcción puesto que hasta se les fueron las luces en la propuesta para rehabilitar las torres, o lo único que buscaban era dilatar el tiempo, no importaba que para ello presentaran un plan chambón, dado lo incompleto e irrealizable.
Por fortuna, la Inspección 14 A de Policía también desestimó otro de los exabruptos incluidos en el recurso de reposición de CDO, referente a los costos de la demolición. Según ellos, “la Constructora Lérida S.A al no ostentar la calidad de dueño del edificio Space, no puede ser sujeto pasivo de ejecutar a sus costas la orden de demolición impuesta, pues son los propietarios de los apartamentos del edificio Space, quienes se erigen como los únicos titulares del derecho de propiedad sobre los referidos bienes y que son, en efecto, quienes verán comprometido y afectado su patrimonio”. ¡Ni más faltaba que los damnificados no solo perdieran su apartamento sino que les tocara pagar su demolición!