El periodista político norteamericano Peter Seidel fue el encargado de moderar la mesa redonda de organizaciones de la sociedad civil, en la cual, líderes sociales de todo el mundo expusieron las experiencias de sus comunidades y dieron ideas orientadas a construir una agenda enfocada a las comunidades vulnerables.
La mesa redonda transcurrió con intervenciones cortas de cada uno de los ponentes invitados, en las que hablaron acerca de sus proyectos y respondieron preguntas planteadas por el moderador, quien indagó sobre las mejores formas de fomentar la intervención de la ciudadanía en las decisiones gubernamentales.
¿Quiénes asumieron la vocería?
Los primeros en tomar la palabra fueron la argentina Lorena Zárate, de la Coalición de Hábitat para la Humanidad, la sudafricana Rose Molokoane, de Slum Dwellers International y South African Federation; y el fijiano Semiti Qalowasa, Director Ejecutivo de Pacific Peoples Community.
Posteriormente, el micrófono fue de la hondureña Maité Rodríguez Blandón, integrante del Consejo de la Comisión Huiarou; del brasilero Benedito Barbosa, miembro de la Central de Movimientos Populares; y de los norteamericanos Renée Lewis Glover, representante de Hábitat para la Humanidad Internacional; Jonathan Reckford, CEO de Hábitat para la Humanidad Internacional y Anita Nayar, jefa de UN NGLES.
Temas clave
Todos los líderes fueron enfáticos en que ya es el momento de convertir en acciones todas las mesas redondas, foros y conversatorios a lo que son invitados, para darle verdadero valor a las discusiones planteadas por la sociedad civil.
Fueron profundamente críticos con los gobiernos de sus respetivos países y evidenciaron como los mega proyectos afectan a la gente que cuenta con menos recursos y oportunidades.
Por otro lado, se concluyó que no se puede tener agenda de ciudad, en tanto no exista un programa de trabajo en el campo, y que ambos son fundamentales para la generación de vivienda y desarrollo sostenible de los países. En este orden, es urgente la creación de políticas de suelo adecuadas que contribuyan a una distribución más equitativa de la tierra.
También observaron con preocupación el debilitamiento de las intervenciones de las organizaciones civiles en el foro público e hicieron un llamado a la corresponsabilidad y la mutua gestión.