“¿Cuánto vale esta botella de agua en Colombia?”, se preguntó John Anugraha, participante hindú del Foro Mundial Urbano FUM7 mirando la botella que el protocolo del evento había dispuesto para los ponentes de la charla que él encabezaba. Ante la respuesta del público (un dólar en promedio) comentó que existen lugares del mundo en los que puede costar hasta cinco veces eso. “¿Tenemos un problema de agua en el mundo? Por supuesto, si tenemos una población en aumento vertiginoso, claro que tenemos un problema de agua”.
Media humanidad hoy vive en zonas urbanas. Se espera que el 70 % lo haga para el año 2050. De la población mundial, 1.3 mil millones de personas están entre los 12 y 24 años de edad. De ahí que el FUM se preguntara, en la charla dada en la mañana de este lunes 7 de abril por John Anugraha, de la junta consultora de la juventud de la ONU; Briony Ferguson, ingeniera civil e investigadora australiana de Monash Water for Liveability; y Chris Jefferies, escocés experto en drenajes, por el manejo del agua en las ciudades y la participación de los jóvenes en el asunto.
Los expertos plantearon a las casi 30 personas de todo el mundo que asistieron a la charla /taller una serie de preguntas sobre las prácticas para el buen manejo de agua y destacaron los esfuerzos hechos en tres ciudades cercanas a sus experiencias.
Anugraha se refirió principalmente a las ventajas de la población de Bangalore, India, país donde se venera el agua como una deidad y por ende cambiar la cultura hacia un cuidado de ríos y lagos ha sido más fácil que en otros lugares. Sin embargo, las distancias entre ciudades y fuentes de agua son cada vez más crecientes y los últimos 10 años la población de esta ciudad se ha duplicado. Así las cosas, al 10% de la población que no recibe agua a diario, ha implementado sistemas de recolección de agua lluvia en los bosques. Esta práctica hoy es obligatoria, de lo contrario el estado niega la conexión a las demás fuentes de agua.
El profesor Jefferies expuso la importancia de un buen drenaje. No se trata solo de conseguir buenas fuentes de agua sino de saber qué hacer con ella cuando hay exceso. Se refirió al caso de Nacala, en Mozambique, una ciudad de extrema pobreza en la que el agua, por mal manejo y poca adecuación e infraestructura, se desperdicia en los caminos y calles.
La ausencia de un buen drenaje ha producido erosión en la tierra y se crean pequeños pero peligrosos caños. Algunas de las soluciones locales han sido agregar aserrín en los caños, pero mejor que eso, cuenta el experto, ha sido convertir los espacios donde se acumula el agua en lugares de espacio público, particularmente en canchas de fútbol con césped. Así mismo, persuadir a los campesino a cultivar productos que requieran abundante agua en otras zonas donde se esta se acumula.
“Sin duda la cooperación de la comunidad es esencial y la educación desde temprana edad también porque los bancos no patrocinarán nada de esto y para las organizaciones no gubernamentales es difícil”
Para la ingeniera Ferguson, el problema del agua se ha vivido a cabalidad en Melbourne, principalmente por el cambio climático de los últimos 15 años. Esta ciudad pasó de varios años con una de las peores sequías de su historia a tener inundaciones desproporcionadas que devastaron propiedades e infraestructura pública. Esto creó un gran cambio de consciencia en la población de Melbourne y de los funcionarios encargados. Incorporaron estudiantes de pregrado, maestrías y doctorados en proyectos de innovación para diseñar e implementar sistemas que permitieran reciclar el agua para jardines y sanitarios, recolección de agua lluvia. Así mismo se crearon grupos de embajadores multiculturales para el intercambio de ideas y voluntarios para el cuidado y monitoreo de las fuentes de agua. “Una de las estrategias con mejor resultado fue integrar el proceso de voluntariado con los jóvenes que practican deportes y actividades recreativas en ríos y lagos”.
Para preguntarse
El taller para poner a circular mejores ideas sobre el cuidado del agua y la participación juvenil incluye las siguientes preguntas:
¿Cuáles son los grandes problemas y las oportunidades para los jóvenes de su ciudad frente al tema del agua?
¿Qué puede hacer usted en su comunidad para atender estos retos y mejorar el manejo de agua?
¿Cómo puede ONU Hábitat apoyar las prioridades y objetivos de la juventud en este trabajo?