Pasa con frecuencia: entras a un portal tradicional de noticias y quieres salir corriendo. Y te preguntas: ¿En qué clase de mundo vivimos? Una niña que aún no ha cumplido los 18 años dejó abandonado un bebé recién nacido en un contenedor de basura, en una vía conocida hay un choque múltiple y un joven aparentemente brillante y encantador está detrás de un asesinato.
En la calle, o mejor, en nuestras calles del Área Metropolitana y El Poblado, la realidad se impone y mira a los ojos con rudeza: es el joven migrante que cuenta su historia de travesía y pide comida. Es el señor mayor que vende dulces en una esquina “para poder pagar la habitación”, es esa jovencita que sale de un hotel después de un amor pago.
En unas semanas, cuando las decoraciones de Navidad regresen a las cajas y a los cuartos útiles, la actual administración local cumplirá un año de funciones. Entonces, será un buen momento para revisar qué se ha cumplido, qué falta, qué logros se destacan, qué se está quedando en las palabras o en la superficialidad.
Revisar qué ocurre en la ciudad donde se vive, cómo se contrata a la gente que nos sirve, por qué hay más basura en la esquina del barrio, cuánto tiempo se detendrá la biblioteca pública o no se aplica el Plan de Ordenamiento Territorial en algunos sectores, son algunas de las preguntas necesarias para una ciudad como Medellín.
Aquí hay más de 205 mil personas en condición de pobreza extrema, de las cuales 30 mil habitan los corregimientos, según resultados del informe Medellín Cómo Vamos presentados hace unos meses
En este 2025, año en que esta ciudad celebrará su aniversario 350 de fundación y nuestro periódico cumplirá sus primeros 35 años, esperamos celebrar los logros de la administración local y hacer preguntas que nos permitan entender cómo avanzamos, qué nos falta para vivir en armoníay que patrones repetimos sin descanso.
Solo así, con la veeduría de todos y los sentidos atentos, será posible avanzar a través del tiempo y disminuir las historias que suceden cerca o más lejos y tienen que ver con el sufrimiento de los otros. Un fin de año es un ciclo que se cierra, la oportunidad de revisar lo avanzado y de volver a empezar.
En este 2025, estaremos aquí para hacer visibles sus historias, llevar sus preguntas a las personas con capacidad de decisión y celebrar los avances que ocurren en el barrio, la ciudad y el mundo. Gracias por habernos acompañado, apoyado y permitido llegar hasta sus casas.
¡Felices Fiestas!