El 11 de abril son las asambleas deliberativas de El Poblado, en la que los representantes de la comunidad discutirán qué destino le van a dar al dinero destinado por la Alcaldía al Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo. El 18 de abril será la jornada de priorización de proyectos y elección de representantes a los Consejos Comunales.
En toda la ciudad se están celebrando por estos días esta clase de reuniones, para darle destino a los 120 mil millones de pesos con los que cuenta este programa. En el caso de El Poblado, el destino de ese dinero debe estar enmarcado dentro de las líneas generales trazadas en el Plan de Desarrollo de la Comuna 14, aún en construcción, el cuál se puede consultar en la página web www.plandedesarrollodelpoblado.com. Esas líneas son: movilidad, espacio público, medio ambiente, y usos y ocupación del suelo. Cualquier persona mayor de 14 años, residente en la comuna, puede participar. Las juntas de acción comunal y los miembros de la Junta Administradora Local, pueden proporcionarle la información específica sobre su sector.
Se preguntará usted dónde puede localizar a alguna de esas personas. Pues a eso viene este comentario editorial. Muy pocas zonas de El Poblado cuentan con organizaciones comunitarias; donde las hay, los habitantes más o menos conocen este proceso y tienen representantes en él. Eso se refiere básicamente a los barrios tradicionales. La mayoría de los habitantes de El Poblado, o sea los que viven en las unidades residenciales, no tienen ni idea de estas cosas, y no sería muy arriesgado decir, tampoco les importa mucho. Con seguridad sí tienen una opinión sobre asuntos relacionados con movilidad, espacio público, medio ambiente, y usos y ocupación del suelo. Pero vincularse y participar, de eso sí ni hablar. Nada más basta con preguntar por la Junta Administradora Local, organismo que salvo alguna honrosa excepción en cada período, ha estado siempre conformada por personas sin liderazgo ni capacidad de gestión y desconocidas por la comunidad.
Como hablamos de miles de millones de pesos, salidos de los bolsillos de los contribuyentes, consideramos que son tan responsables de las malas decisiones que toman los pocos que participan -sí, en el pasado han tomado muy malas decisiones, algunas que dejaron sombras sobre la honradez de quienes las tomaron- como los que no se quieren untar y se niegan a participar de los asuntos públicos. Aunque un poco tarde, aún es tiempo para involucrarse, más cuando se sabe que habrá un cobro de valorización para atender los mismos asuntos que están en discusión hoy. La democracia empieza por aquí, no en la elección, mucho más importante, pero también más lejana, de Presidente.