Zulma Villegas
|
Un calor extraño hace que Zulma Villegas, de 70 años, se dirija hacia la cocina de su casa. Aunque las temperaturas de estos días han sido muy molestas (incluso en la noche) ella siente que en esta oportunidad, ya está demasiado caliente su casa.
La sorpresa es mucho mayor cuando al abrir la llave, el agua, que se suponía debía refrescarla, tiene una mayor temperatura que la misma sensación térmica del lugar. Y ni qué decir de la pared de su cocina, que está tan caliente como para hacerle temer por su seguridad, debido al efecto que esto pueda tener en la red de gas de su hogar.
En medio del bochorno asume que su situación la ocasionan los vecinos que tiene desde hace unos meses: los restaurantes Olivia y Barbacoa Burger and Beer, asentados en pleno corazón del barrio Manila. En la calle 12 con la 43 E, para ser más exactos.
Según ella, no es la única situación que la lleva a denunciar lo que está pasando. Ella también piensa que el hollín encontrado dentro de su vivienda tiene que ver con el horno de leña en el que cocinan allí y cuyas partículas son expulsadas por una chimenea que no tiene una gran altura y se halla cerca de los vecinos.
Gustavo Saldarriaga, quien vive en esa misma cuadra, cree tener argumentos para pedir que se pongan unos filtros y se adecue la chimenea que, supuestamente, genera esta anomalía. Su experiencia de siete años en lavanderías y dos más en calderas J.C.T., le convierten en una voz autorizada para pedir una inspección a la emisión de gases y los permisos necesarios para esta actividad.
“He visto varios bultos de leña que son utilizados en el horno que tienen, y me pregunto: ¿en plena zona residencial hacer de comer con leña es permitido? Recuerdo que los inspectores de sanidad hacían controles periódicos para evitar este tipo de situaciones, pero eso no lo estamos viendo aquí”, asegura.
Hernando Escobar también se siente afectado. Vive al lado de estos restaurantes, y explica que el sonido de “unos motores o extractores” hacen que la paz en su casa se haya ido. “A mi hija le tocó cambiarse de cuarto y mi hijo está durmiendo en un colchón en la sala porque nadie se aguanta semejante ruido. Además, en la media noche, cuando cierran, no tienen el cuidado siquiera de levantar las mesas y sillas para no ocasionar molestias a quienes vivimos al lado”, advierte.
Los familiares de Miriam Robledo, una anciana con Alzheimer, se suman a la discusión, alegando que su antejardín ha sido utilizado como parqueadero, dificultando la salida y el ingreso de una paciente que, como ella, depende de otros para movilizarse.
“Tuvimos que ubicar una cadena en el límite entre el antejardín y la vía para que no nos pongan motos aquí”, dice una de las familiares.
Al margen de esta situación específica, el gran tema que convoca a Manila por estos días es la movilidad y la cantidad de vehículos estacionados en sus vías. Los valet parking parecen una buena estrategia, aunque varios cuestionan la actuación de quienes prestan este servicio. Rodrigo Molina, presidente de la Junta de Acción Comunal, ha sido reiterativo en denunciar que este sistema tiene muchas falencias. “Aquí tenemos estos dos restaurantes en pleno corazón del barrio. Llegan sin ninguna solución de parqueo, salvo el trabajo de los valet parking. Estas personas cobran 7 mil pesos y lo único que hacen es repartir los vehículos. Y no es que estemos en desacuerdo con tener restaurantes, pues hemos convivido con los comerciantes de la Calle de la Buena Mesa durante 20 años y no han afectado tanto al barrio. Pero esto ha sido una buena convivencia porque ellos se asentaron en la periferia y no en pleno corazón de un barrio residencial”.
Molina también considera que la cantidad de construcciones (no menos de 10) que se han aprobado en Manila agrava la situación, porque, según él, “no vienen con ninguna solución de parqueo”.
Todas estas denuncias han estado presentes en las reuniones programadas por la comisión accidental que lidera el concejal Carlos Mario Mejía. En la más reciente, realizada el 10 de abril con curadores primero y tercera a bordo, el corporado pidió que en 15 días todas las dependencias de la Alcaldía de Medellín presenten un informe de la situación que vive el barrio y reafirmó su apoyo al inspector 14A, Wbeimar Velásquez, para que siga adelante con los procesos que ya ha iniciado gracias a las denuncias ciudadanas.
La empresa Valet Parking se pronuncia
Luego de la publicación de una queja en la sección Línea 312, en la que el periódico Vivir en El Poblado advirtió sobre el abuso de personas, y de los mismos Valet Parking, por estacionar los vehículos en cualquier espacio de las vías de Manila, la empresa VIP Valet Parking envió una comunicación en la que expresa que “su servicio es útil, oportuno y respetuoso” y solicita a la comunidad no generalizar por la acción “de unos pocos” que no están cumpliendo bien con su trabajo. La comunicación explica que las personas empleadas en esta labor reciben “entrenamiento en servicio al cliente y conducción”.
Vivir en El Poblado se comunicó con los propietarios de los restaurantes Olivia y Barbacoa Burger and Beer para conocer su posición frente a estas denuncias. De ahí resultó una reunión que se realizó el pasado 17 de abril a la que asistieron la señora Zulma Villegas, el señor Hernando Escobar y este medio de comunicación.
En un ambiente de diálogo y concertación los comerciantes explicaron que en el caso del horno de leña, “ya se recubrió con dos capas de aislante térmico, cada una con capacidad para 1.200 grados centígrados”. En cuanto a la chimenea, aclararon que “está por encima de las viviendas y por tanto no puede ser la causante del hollín que afecta a los vecinos”, aunque anunciaron que dos ductos que liberan calor serán elevados ocho metros del nivel del suelo para solucionar cualquier inconveniente. En la reunión, la señora Villegas manifestó que sí ha percibido la disminución del calor que se sentía unas semanas atrás. En cuanto a las afectaciones por ruido se comprometieron con Hernando Escobar a evitar estas molestias elevando un extractor ubicado en la terrazas de los locales, e implementar protocolos para que el cierre de los establecimientos sea mucho más silencioso.
En cuanto a la movilidad y el parqueo se comprometieron igualmente a trabajar el tema con la empresa que les presta el servicio de valet parking.