¿Qué son seis segundos frente a una espera angustiosa de más de tres meses y un tiempo adicional aún sin determinar? Resulta paradójico que la torre 5 del edificio Space tarde solo seis segundos en desplomarse, mientras las 109 familias que habitaban la urbanización llevan más de tres meses viviendo un vía crucis que pareciera no tener estación final. Si tras los acuerdos económicos con Lérida CDO los habitantes y propietarios de la torre 5 –aún en pie– se sintieron despojados de sus bienes pues automáticamente estos pasaban a ser propiedad de la constructora, posiblemente esta sensación se acentúe una vez se contabilicen esos seis segundos eternos que demorará la implosión de la estructura y con ella el desplome definitivo de las que hasta no hace mucho fueran sus pertenencias materiales y del alma.
¿Qué sentirían al conocer las conclusiones preliminares del estudio que viene adelantando la Universidad de Los Andes y que solo arrojará un resultado definitivo en marzo? Eduardo Behrentz Valencia, decano de la Facultad de Ingeniería de esta institución, fue contundente cuando dijo en reunión con los habitantes de Space: “La conclusión es básicamente que no es un edificio habitable, igual desde el primer día, desde la misma inauguración de la etapa 1, es un edificio que estaba en situación de riesgo porque no cumplía las condiciones de sismorresistencia (…) La parte de la edificación que se mantiene en pie presenta en la actualidad un alto riesgo de colapso”. Al oír las palabras del profesor, muchos, como su vocero Santiago Uribe, sintieron que vivieron sin saberlo una sentencia de muerte que duró durante el tiempo que residieron en Space.
Entre tanto, las fichas del “rompecabezas” –término con el que definió la situación de Space la vicealcaldesa de Educación, Cultura, Participación, Recreación y Deporte, Claudia Restrepo– se siguen moviendo. Aunque en un comienzo se dijo que la implosión de la torre 5 se haría conjuntamente con la de las torres 1, 2, 3 y 4 si la Universidad de Los Andes concluía que estas tampoco eran habitables, su demolición tendrá que hacerse después de la 5. Esto para dar cumplimiento a unos plazos de ley, pues la Lérida CDO podría interponer recursos para evitar la destrucción. Además debe pasar un plan técnico para llevarla a cabo, no necesariamente mediante el sistema de implosión.
Así, pues, mientras corren los días, aumenta la incertidumbre de los propietarios de las torres 1, 2 3, y 4 pues existe una preocupación general frente a la solvencia económica de la constructora para responder a todos los afectados. Para estos, solo la Superintendencia de Sociedades puede determinar cuál es la solvencia patrimonial de CDO. Sin embargo, aseguran que no han recibido respuesta alguna de esta entidad, pese a los múltiples requerimientos que le han hecho.
En 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0 segundos desaparecerá la torre 5 de Space, pero serán seis segundos eternos en la memoria, como eterno será el recuerdo de una tragedia ocasionada por el hombre, que costó la vida de 12 ciudadanos.