Sobre las 8:47 p.m. se registró un sismo en la frontera entre Colombia y Panamá, el Servicio Geológico Colombiano confirmó que el epicentro fue en la zona del Darién con una magnitud de 5.8 y una profundidad inferior a 30 kilómetros.
Lanzamiento del nuevo Tequila 1800 Cristalino en Medellín
En el Restaurante El Botánico se realizó el lanzamiento del Tequila 1800 Cristalino, un licor 100 % de ágave que engloba todo el carácter de un tequila añejo.
Colombia es el segundo país, después de México, en ser lanzado esta bebida que promete satisfacer el paladar de los más exigentes.
Daniel Fernández voló a 245 km/h en la carrera más peligrosa del mundo
Daniel Fernández es el primer colombiano en presentarse en la Isla de Man. La competencia tiene un registro de 256 motociclistas fallecidos en 107 ediciones. Pero el tema poco les preocupa.
Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
Daniel Fernández dice que entre los participantes el de la muerte es un tema prohibido, pero basta con buscar en Internet referencias de la Isla de Man para encontrar que de las siete primeras entradas, cuatro mencionan la palabra peligro o muerte en su titular.
Se trata del TT (tourist trophy) Isla de Man, un evento que acumula 107 ediciones desde que se realizó por primera vez en 1907 en el mar de Irlanda. Desde entonces se calcula que han fallecido en sus pruebas cerca de 256 motociclistas.
Pero de eso, repite Daniel, ninguno de los corredores habla. Y si algo pasa en la ruta, ni siquiera se evalúa la suspensión de la competencia. El código interno señala que es parte del plan y a eso están dispuestos, incluso por contrato, quienes se inscriben.
Consciente de este riesgo -y quizá siendo uno de sus motivos para participar-, este antioqueño de 42 años, múltiple campeón nacional de rallies, supermotard y motocross, se le midió a inscribirse en esta prueba mítica a la que, dice, “cualquier motociclista quiere venir”. Fue el primer colombiano en hacerlo, como fue el primer nacional en correr la Pikes Peak en 2014, una competencia de ascenso en montaña en EE.UU.
La idea la venía masticando desde 2014, cuando comenzó a reunir los requisitos que la TT Isla de Man le exigía. Lo primero era que tenía que ser un competidor activo en un campeonato nacional, algo que Daniel cumplía sobrado.
Luego tenía que hacer unos cursos para obtener la licencia ACU, que le permitía correr en la Isla, y además pagar 425 libras esterlinas (poco más de un millón 600 mil pesos colombianos).
En marzo de este año recibió la noticia de que su solicitud había sido aceptada para asistir a la modalidad Man’s GP y el 13 de agosto pasado viajó a la Isla.
Más trabajo mental que físico
Daniel fue aceptado para participar en dos carreras de la Isla de Man. Es tal la exigencia de esta prueba, que los competidores solo son considerados novatos en su primera carrera.
El circuito de cuatro vueltas es de 60 kilómetros en vías urbanas, que se cierran en exclusiva para el paso de los corredores.
En total, menciona Daniel, son 264 curvas. Al arribar al lugar, su primera tarea era aprenderse el recorrido, una tarea compleja dada la extensión.
“Hice tres viajes previos a la Isla y con la compañía de un piloto experto me fui aprendiendo la ruta. También vi miles de horas de videos y exploré un videojuego que se llama TT Rider on the edge”.
Su estrategia fue dividir el circuito en cinco partes e ir aprendiendo cada uno hasta memorizarlo para seguir con el próximo.
También hubo trabajo físico en el gimnasio, pero era más una cuestión de mantenerse activo dado que su preparación en este aspecto es permanente.
Así, su debut fue el martes 28 de agosto, y ocupó el quinto lugar -entre diez- en la categoría Newcomers B montado en una Kawasaki Z650 modelo 2017, con la que alcanzó velocidades hasta de 245 kilómetros por hora.
Su segunda salida ocurrió el viernes 31 de agosto, y aunque el resultado no fue el mejor -puesto 17 en la categoría Lightweights-, la experiencia para Daniel fue “increíble” y así lo hizo saber a quienes siguieron sus redes sociales, en las que compartió día a día su aventura en esta prueba a la que, dice, “volveré el próximo año”.
No es una empresa fácil, lo reconoce: para este año invirtió cerca de 85 millones de pesos, y aunque contó con la ayuda de patrocinadores, el esfuerzo personal fue intenso.
Ni la muerte de su mamá lo frenó
Ocho días antes de su debut, Daniel se enteró de la muerte de su mamá, una noticia muy triste, pero a la que tuvo que hacerle el duelo desde la distancia, consciente de que el esfuerzo hecho para estar presente había durado años.
“El motociclismo en Colombia está estancado”
Una de las razones por las que Daniel se enfocó en la Isla de Man fue la escasa competencia local. Afirma que el nacional de motociclismo solo tiene cinco válidas y todas en el mismo circuito, el de Tocancipá. Su deseo era probar en el mundial de Moto GP, pero “ni el talento ni la plata me alcanzaban”. Tampoco la AMA, el torneo nacional de EE.UU., así que la Isla de Man seguía en la lista de deseos.
Los residuos naturales no son basura
Si tuviéramos que cargar los residuos que generamos en Medellín en una sola semana, ¡acumularíamos casi cuatro kilos por persona!

Reducir nuestros residuos y su impacto en nuestro ambiente es la segunda de siete columnas en las cuales les estaré contando sobre las 7Rs del consumidor responsable. Para comenzar, quisiera profundizar en otros aspectos de la problemática que tenemos con la generación de residuos y el modelo de gestión de los mismos: los rellenos sanitarios. Les planteo dos preguntas:
¿Sabían que en Medellín, en promedio, se genera por persona al día medio kilo de residuos? Si tuviéramos que cargar lo que generamos en una sola semana, ¡acumularíamos casi cuatro kilos! En Estados Unidos la generación diaria asciende a los dos kilos/persona/día. En nuestra ciudad, más del 50% de estos residuos está compuesto por aquellos que son orgánicos. ¿Conocían que el modelo de rellenos sanitarios es la última opción de la jerarquía de prioridades para abordar el problema, creada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA)? Las opciones son: 1) Reducción en la fuente y minimización de la basura. 2) Reciclaje. 3) Incineración con recuperación de energía. 4) Incineración sin recuperación de energía. 5) Confinamiento de basura en rellenos sanitarios.
Si quisiéramos aportar desde nuestros hogares, una muy buena forma de hacerlo es realizando compostaje casero. En este proceso se descomponen, de manera controlada, los residuos orgánicos que generamos en el día a día (cáscaras y corazones de las frutas y vegetales, ripio de café, restos de alimentos antes de ser cocinados, servilletas que no estén engrasadas, restos de jardín como hojas secas y caídas de las plantas, entre otros), para generar un abono orgánico de excelentes propiedades que, además, sirve como regenerador de suelos.
Una de las principales ventajas de realizar compostaje en los hogares es la reducción del volumen de residuos que se genera en estos, lo que disminuye los problemas ambientales que ocasiona el transporte de los mismos y su enterramiento en el relleno sanitario. Si realizamos el proceso de compostaje casero, reducimos el volumen en más de un 50% de la bolsa que va directo al relleno.
¿Puedo compostar en mi hogar?
Esta pregunta me la hice hace seis meses y tuve la suerte de encontrar una empresa que me ayudó en el proceso: Vivaracha Compost. No solo le lleva las composteras a su casa, sino que le ayuda con la primera cosecha de compost (así la llaman) y le hace un acompañamiento tan completo, que no se siente soledad alguna y todas las dudas son resueltas con celeridad. Invierto unas dos horas semanales compostando, mientras pico, revuelvo, verifico nivel de humedad y realizo otras tareas asociadas, y en cuestión de dos o tres meses logro convertir los residuos orgánicos que se generan en mi hogar, en un abono orgánico, que huele a tierra de bosque y en el cual, es casi imposible reconocer los residuos anteriores.
He aprendido varias cosas en esta labor: paciencia, virtud que me ha ayudado a darle tiempo al proceso y a mí misma, mientras aprendo; perseverancia, porque es una tarea de casi todos los días, que no se puede abandonar al primer contratiempo; confianza, en la inmensa capacidad que tiene la naturaleza de transformarse, porque los residuos naturales no son basura.
Para reducir de esta manera, a diferencia de reciclar, es necesario dedicar un poco más de tiempo y esfuerzo; sin embargo, es cuestión de tener la determinación y el deseo de devolverle a la naturaleza todo lo que nos da.
Lina Parra, la niña que mentía, ahora escribe cuentos
A Lina Parra le gusta el cuento porque es corto, porque la reta a escribir condensado, porque es como una fotografía: capaz de capturar un momento.
Por: Daniel Palacio Tamayo / [email protected]
Los libros siempre han estado al alcance de Lina Parra. Por eso dice que nunca hubo un ingreso al mundo de las letras. Siempre ha estado ahí, leyendo. Recuerda el incentivo promovido por su padre: por cada página leída, él le daba dinero. Después el trato se hizo insostenible, no había plata para tanto, pero el amor por la lectura se quedó.
Luego las libretas se convirtieron en su obsesión. En sus confidentes. En sus compinches. En su método. En su historia. En las primeras libretas escribió algunos cuentos de “hermanitas y otras bobadas”; ahora colecciona palabras, frases, escenas y otras ocurrencias. Esas palabras son su primer insumo antes de sentarse al computador. Y ha nacido de todo: cuentos muy malos, regulares y publicables.
“Yo era una niña un poco mentirosa”, confiesa, pero cree que ahí también hubo una génesis de lo que es hoy. “Que todo el mundo le crea a uno implica una historia bien contada”.
A los 14 años entró al taller de escritura en Yuruparí donde conoció a Claudia Ivonne Giraldo, quien sería como su madre literaria. En esa tertulia, de compañeros ya jubilados, Lina era la niña.
En su colegio tuvo profesores que desconfiaban de sus habilidades, al punto que una la hizo escribir en su presencia, como forma de verificación. Lina Parra no encontró allá “ni fomento ni buenas lecturas”, por eso dice “yo leo, pese a mi colegio”. Y cierra su protesta: “si la gente en la casa no tiene libros y en el colegio le ponen a leer cosas supermalucas, pues…”.
Tras ganarse la beca de Creación de la Alcaldía de Medellín en 2017 pudo publicar su primer libro de cuentos con la editorial de Eafit que dirige Claudia Ivonne. Ella le enseñó que la escritura no es un antojo, ni inspiración, sino un oficio que demanda escribir mucho.
Sus historias están llenas de personajes cotidianos, en su mayoría mujeres, sin rótulos de buenos, malos, héroes ni villanos. Un día, en una historia mató a su mamá y decidió donar sus órganos. “Entiérrenme completica” dijo ella después de leer el cuento.
También creó Atarraya editores, donde trabajan, dice, sin pretensiones empresariales. Y donde también se ha chocado con una realidad: “hay más personas que quieren escribir, que las que quieren comprar un libro”.
El cambio está de moda
Optimista por herencia y convicción, creo que este mundo va a cambiar no por guerras o por catástrofes, sino que algo diferente y extraordinario va aparecer para el ser humano.
La incertidumbre genera temores, en nuestro cotidiano es sinónimo de confusión, de delirio y de sueños. Cambiar es el verbo de moda. Lo que percibimos del avenir es tramposo, es fantasía, una parte mínima del cuadro que desconocemos. Cambiar es la exigencia que abruma, pero cambiar también es la necesidad que nos impulsa. Y las oleadas de tecnologías nos mueven, como si el control estuviera en manos de ella y las decisiones estuvieran bajo el sello de sus pretensiones. El ser humano se está robotizando y los robots se están humanizando.
Quiero hablar de cambiar y de cambios. Convencida de las cimas – las más profundas simas y las más altas cimas- que esta transición nos propone, creo que el ser humano se encuentra en búsquedas de progreso con preguntas que muestran y esconden la necesidad imperiosa de encontrarse consigo mismo. Cambiar es un medio y un propósito que nos mueve en permanente tensión. Qué bien, mientras la tensión se manifiesta, hay vida y hay progreso. Tensión y progreso se sienten no solo a nivel individual sino también del colectivo. Las empresas buscan respuestas para sus estructuras y sus empleados, las asociaciones se cuestionan y pregonan la participación, las ciudades se mueven a ritmos y sugerencias incluyentes…
Y nos vamos bien lejos en el tiempo y encontramos tantas cosas vigentes. Pico de la Mirándola escribió: “Y así, nada es más útil al hombre que el hombre; quiero decir que nada pueden desear los hombres que sea mejor para la conservación de su ser que el concordar todos en todas las cosas, de suerte que las almas de todos formen como una sola alma, y sus cuerpos como un solo cuerpo, esforzándose todos a la vez, cuanto puedan, en conservar su ser, y buscando todos a una la común utilidad; de donde se sigue que los hombres que se gobiernan por la razón, es decir, los hombres que buscan su utilidad bajo la guía de la razón, no apetecen para sí nada que no deseen para los demás hombres, y, por ello, son justos, dignos de confianza y honestos”.
¿Y qué hacer? ¡Hacer! Cooperar, converger. Los procesos son lentos hasta que la chispa los descarga. Exige la transformación del ego para encontrar el yo. Conecta la razón con el corazón. Cuestiona los valores, nos hace evasivos y cuando la entrega a lo deseado aparece, todo en uno y en el entorno se transforma.
Optimista por herencia, asumida como convicción, creo que este mundo va a cambiar no por guerras o por catástrofes, sino que algo diferente y extraordinario va aparecer para el ser humano nuevo que ya somos: ¡lo imprevisto! Nadie sabe qué nos espera, pero una actitud abierta de pensamiento sobre el cambio como un futuro mejor e impredecible, es el primer paso.
Caterine
Simple y sin rodeos: Caterine Ibargüen Mena es la mejor deportista de nuestra historia. Y tengo 3.000 caracteres para tratar de demostrar las razones del por qué.
Primero, por lo que ha luchado. A Caterine Ibargüen la han echado al olvido dos veces, una en lo más alto de su carrera, otra en sus altibajos. En 2008, cuando Caterine Ibargüen había llegado al punto máximo en salto alto (buena, pero promedio) y con coqueteos fallidos en héptatlon, la antioqueña no clasificó a los Olímpicos de Beijing. Ya no llegaba al podio, su físico se desvanecía y hasta la prensa la daba como acabada (estuve ahí, doy fe). Se fue para Puerto Rico, estudió, cambió su especialidad y su vida, y se convirtió en la reina dominante.
Durante 42 meses, y en más de 30 competencias internacionales, nadie, nunca, pudo vencer a la antioqueña. Entre el 17 de noviembre de 2012, en los Juegos Nacionales en Santander de Quilichao, hasta el 5 de junio de 2016, en la reunión de Birmingham, Inglaterra, de la Liga Diamante, Caterine siempre fue la ganadora. Esa imbatibilidad es una marca que, por tiempo, solo iguala Pambelé, pero al que supera por la cantidad de pruebas (Cervantes duró cuatro años y 15 peleas sin ser derrotado). Lo de Ibargüen es abrumador.
En ese 2016, Caterine logró su sueño: el oro olímpico. Ganó el salto triple en Río de Janeiro, y por primera vez Colombia tuvo un oro en el deporte que cimienta el olimpismo, y que tiene más países participantes y con medalla en la historia: el atletismo. No es lo mismo ganar una medalla en un deporte donde hay atletas de 200 países, que uno donde hay 80 naciones (en comparación, el ciclismo de Río-2016).
Pero ni los dos títulos mundiales, ni el oro, ni la sonrisa tan característica como la victoria, la llevaron a la vida tranquila. En 2017, y luego de perder el Mundial frente a la joven venezolana Yulimar Rojas, las críticas volvieron a Caterine. “A mis sobrinas les hacían bullying en el colegio porque yo había perdido”, dijo en una entrevista hace unos días, tras ganar en la Liga Diamante. “Vivimos en un país que pide perfección”.
Caterine, que estuvo tres meses sin tocar una pista, volvió y lo hizo para hacer historia. Logró el título final del salto largo y el salto triple, un hecho que ningún atleta, hombre o mujer, había logrado en la historia de la Liga Diamante. Es más, es la primera mujer no velocista que gana dos categorías distintas de esta competencia.
Vivimos el mejor momento de nuestro deporte. La última década ha traído 19 de las 28 medallas olímpicas; por primera vez ganamos 2 juegos regionales (Bolivarianos y Sudamericanos), centenares de campeones mundiales en una veintena de deportes, y hasta el tradicional perdedor fútbol tuvo un orgulloso quinto lugar. Y allí un par de nombres sobresalen, Mariana Pajón (única doble medallista de oro mundial), y Caterine.
Hoy me voy con Caterine Ibargüen. Es la mejor saltadora de triple del mundo y se coló entre las mejores 5 del ranking de largo. Ha vencido el fracaso temprano, que la dieran por retirada y que la tildaran de perdedora. Hoy, a menos de dos años de los Olímpicos de Tokio, nadie puede darla por retirada. Hoy es la mejor de Colombia.
Celebrar sin pólvora
En 2003 los paramilitares dieron la orden de celebrar con gran cantidad de pólvora, en la madrugada del primero de diciembre, como forma de notificar también su control de la ciudad.
El amigo Ricardo Ferrer propone que comencemos desde ahora la campaña ciudadana para que no usemos pólvora en las celebraciones de fin de año. Pide que seamos los ciudadanos quienes iniciemos, en nuestras familias, con los amigos, los compañeros de trabajo y las redes sociales, el llamado a no usar pólvora en las festividades y en especial a no apoyar, por acción (quema masiva de pólvora detonante) u omisión (servir de “espectadores”), la llamada “alborada”.
Se trata de iniciar desde ya, y pedirles a las administraciones municipales y departamental que también lo hagan, no solo como campaña, sino como acciones de control, un llamado a no usar pólvora en esas festividades. Esto implica pedir que los concejos municipales y los alcaldes nieguen permisos de producción y comercialización, y que los organismos de seguridad desmantelen fábricas clandestinas y desarticulen redes de distribución que seguramente están activas ahora.
La pólvora ha sido usada en todo tipo de celebraciones, oficiales, paganas y religiosas, desde la colonia hasta nuestros días. Algunos, crecimos en familias para las que la pólvora era un elemento más, con la comida y la bebida, de las celebraciones de Navidad y año nuevo, siempre supervisados por mayores y en “sano juicio”. Desde finales del siglo pasado, con la multiplicación de accidentes producidos por el mal uso de la pólvora, y la actitud agresiva con la misma, ya no como festejo, sino como reto, como signo de poder, entendimos que la pólvora como elemento de celebración, había llegado a su fin.
Las campañas oficiales contra el uso de la pólvora en las festividades tienen ya décadas en Antioquia, pues el número de quemados por esos artefactos, tanto por parte de adultos, y en especial de niños, se convirtió en uno de los problemas de salud más relevantes de esta sociedad. En Medellín, es mayor ese llamado desde 2003, cuando los paramilitares dieron la orden de celebrar con la mayor cantidad de pólvora posible su desmovilización, en la madrugada del primero de diciembre, como forma de notificar también su control de la ciudad.
Pese a subidas y bajadas en el número de afectados anuales, cada año hay que volver a este llamado a no usar la pólvora en las festividades, por su impacto negativo en la vida. Niños y adultos mayores sin su descanso, fauna y flora deteriorada o muerta, personas quemadas, mascotas alteradas, forman parte de ese efecto perverso del mal uso de la pólvora, cuando se vuelve más un arma de destrucción, que elemento de celebración.
Creo que debemos apoyar la iniciativa de Ricardo y desde ya iniciar nuestro llamado ciudadano a no usar pólvora en las festividades. Que la campaña comience entre ciudadanos, sin que ello elimine la responsabilidad de las autoridades para hacer lo propio, puede generar resultados diferentes. Se trata de invitarnos entre nosotros mismos a celebrar sin pólvora, a congratularnos con la vida, sin afectar la de los demás. Uno de tantos propósitos conjuntos que nos hace falta impulsar.
¿Cómo enchoclarte a la bicicleta?
Un término muy común dentro de los aficionados a la bicicleta es “enchoclar”, una acción esencial a la hora de practicar este deporte.
Junto a Mónica Rodríguez aprende a ajustar tus pies de forma adecuada a los pedales de la bicicleta.
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Recuerda que todos los jueves, Bike Girls comparte sus secretos para todas las mujeres que emprenden la aventura de la cicla.
“Una buena historia es difícil de conseguir”: Javier Moro
El periodista y escritor español Javier Moro es uno de los invitados a la Fiesta del Libro y la Cultura Las formas de la memoria, una visita antecedida por el lanzamiento mundial de Mi pecado.
Por: Claudia Arias Villegas / [email protected]
El mundo del cine le es afín, pues Javier Moro ha trabajado como guionista y productor. De hecho, vivió cinco años en Hollywood, por eso no resulta extraño que su nueva novela Mi pecado cuente la historia de la actriz española Conchita Montenegro, quien desembarcó en la meca norteamericana del cine en 1930 con apenas 19 años. Allí, gracias a su belleza, inteligencia y personalidad, logró abrirse un espacio entre las estrellas del momento.
De la lejana India, país que alberga muchas de las historias de Moro, viajamos a Estados Unidos, lo que no cambia es su amena narración y el protagonismo femenino encarnado en una mujer cautivadora. Sobre este y otros asuntos entrevistamos al escritor español.
Nos ha tenido acostumbrados a Asia, a la India en particular, y también a América del Sur, ahora nos lleva a Hollywood con Mi pecado, ¿cómo se dan estas elecciones?
“Porque el lugar, el escenario de la historia, no es lo fundamental. Lo realmente importante son los personajes, y tener entre manos lo que llamo ‘una buena historia’, que tenga interés. Una buena historia, eso es lo difícil de conseguir. Porque yo novelo historias que han ocurrido, procuro contar desde dentro lo que los historiadores cuentan desde fuera”.
Ha escrito sobre personajes españoles, pero por fuera de su país, leí que no había llegado la inspiración para escribir una historia en España.
“Es que a mí me gusta mucho viajar, y escribir un libro es una excusa para viajar. Explorar paisajes, descubrir mundos desconocidos para mí, adentrarme en sociedades exóticas, conocer gente nueva, todo eso me motiva, forma parte del placer de escribir un libro, que por otra parte es una aventura larga, ardua y solitaria. Siempre pienso que ya tendré tiempo de escribir una novela cuyo escenario ocurra enteramente en España, pero por ahora prefiero seguir descubriendo mundo”.
Uno encuentra en usted una fascinación y también reservas hacia la India y su cultura. ¿Qué podemos aprender de ese país y qué sigue anclado en el pasado?
“Con la India mantengo una historia de amor y odio. Esa fascinación existe, y nunca decae, a pesar de los cambios que experimenta la India, y que son muchos. Pero es cierto que hay cosas que me repelen: el castismo, por ejemplo. Aunque está oficialmente eliminado, el sistema de castas sigue vigente en la mentalidad de la gente, sobre todo en el mundo rural. Los indios de clase media son gordos, están sobrealimentados, y no tratan bien a los pobres, a sus sirvientes, por ejemplo. Me gusta la India de los campesinos, la India profunda y rural. La India de la gente delgada. Me gusta ver los campos de la India, y esa manera de caminar de las campesinas, que, a pesar de su pobreza, tienen una elegancia natural”.
Usted es un escritor muy prolífico, además hace periodismo y se embarca en novelas muy investigadas y de largo aliento, ¿cómo maneja el tiempo?
“Básicamente mi trabajo se divide en tres partes: la investigación, la escritura y la promoción. En total, el proceso me lleva unos tres años. En la escritura propiamente dicha, procuro seguir un método. Me levanto pronto por la mañana y las tres primeras horas son las más creativas porque estoy descansado y con la mente alerta. Luego me voy fatigando a medida que pasa el día, de manera que en las tardes suelo corregir lo que he escrito por la mañana. Estos libros son ejercicios de concentración intensa en un largo periodo de tiempo. Es como una carrera de fondo. La rutina ayuda”.
Ahora que promociona su nuevo libro, ¿se concentra totalmente en ello o empieza ya a explorar e imaginar uno próximo?
“Cada vez me cuesta más encontrar buenas historias, quizás porque uno se hace más exigente con el tiempo. Pero en esto de la escritura, uno nunca se relaja del todo. Siempre se cavila, se busca historias como un cazador busca una presa… Estás al acecho porque puede venir de cualquier lado: por una conversación con un amigo, un artículo del periódico, un personaje de un libro…”.
En su literatura hay gran protagonismo femenino. Hablemos del cambio del rol de la mujer. ¿Ha cambiado ser mujer en la India o el cambio es más en occidente?
“También he escrito sobre personajes masculinos, como Pedro 1º, el emperador de Brasil en El imperio eres tú, pero encuentro que los personajes femeninos son más sofisticados, más complicados y contradictorios y por eso más interesantes. La situación de la mujer rural en la India es terrible: ‘pertenece’ a la familia del marido. Creo que en aldeas tiene más valor una vaca que una mujer. En las ciudades es distinto, están emancipadas”.
¿A dónde viajará ahora, tanto en su literatura como en su vida real?
“Creo que volveré a la India”.
Secuestro en las afueras de los colegios: otra mentira de las redes
Ante la circulación de un correo electrónico, que pasó luego a las redes sociales y que advertía sobre la ocurrencia de intentos de secuestro de niños en las afueras de instituciones educativas, la Alcaldía de Medellín aseguró que este reporte no corresponde a información oficial.
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En un comunicado la entidad aclaró que “cualquier situación que comprometa la seguridad y la integridad de nuestros niños, niñas y adolescentes, y que necesite el acompañamiento y la colaboración de padres de familia, docentes, directivos y rectores será informada de manera oportuna a través de los canales oficiales”.
La información, que también ha circulado por grupos de mensajería instantánea, reporta un supuesto secuestro de un niño de 5 años en el barrio Zafra. Sin embargo, las autoridades no han confirmado el hecho.
La Alcaldía de Medellín señaló la conveniencia de su programa Escuela Entorno Protector, que cuenta con mecanismos de prevención, promoción, atención y seguimiento para contribuir al mejoramiento de los ambientes de aprendizaje en la ciudad.
Alcalde de Medellín desmintió el rumor sobre la no realización de los alumbrados
Ante los rumores sobre la no instalación de los alumbrados en diciembre, el alcalde de Medellín Federico Gutiérrez, manifestó que se deben hacer a pesar de las condiciones económicas por las que atraviesa EPM.
“Porque es parte de nuestras tradiciones, es algo que ha tenido la ciudad y que seguirá teniendo y porque lo que hace es detonar la actividad económica en la ciudad durante el mes de diciembre y parte de enero”, aclaró el mandatario local.
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La decisión final será discutida al interior de la junta directiva. El alcalde de Medellín reiteró que EPM no se privatiza.
La literatura es invencible
De Juan Diego Mejía a Rubem Fonseca; de Frailejón Editores a Alfaguara… aquí están las recomendaciones del mes, a la manera de Esteban Carlos Mejía.


Más candela que en un coctel Molotov
Rubem Fonseca parece un viejito de 93 años, pero en realidad es un volcán en erupción, un botafuego de verdades inoportunas. Con su escritura fina y sin condescendencia ha plasmado en su obra lo mejor y lo peor de la sociedad brasileña. Sus novelas estremecen. Sus relatos te quitan el sueño y te encabritan el insomnio. Sus entrevistas sobre literatura encalambran.
Tusquets Editores acaba de publicar Cuentos Completos 1 (junio de 2018, 577 páginas), con cinco libros inevitables si amas la ficción: Los prisioneros (1963), El collar del perro (1965), Lúcia McCartney (1967), Feliz Año Nuevo (1975) y El cobrador (1979). Pura dinamita líquida mezclada con jalapeños, semen de rabo de ají y huevos de alacrán con alas.
Para desgracia (o fortuna), a mí me encanta todo Rubem. ¡Todo! Por hoy les recomiendo tres cuentazos: Informe de Carlos, El caso de F. A. y Mandrake. Se van a enviciar.

¿Quién le dará tetero a mi robot?
Una escalofriante investigación de la Universidad de Oxford revela que el 47% de los empleos corre el riesgo de ser reemplazado por robots y computadores con inteligencia artificial en Estados Unidos durante los próximos 15 o 20 años. Se trata de un vaticinio más apocalíptico que el mismísimo Apocalipsis del Nuevo Testamento, que debemos leer ya, a manera de conjuro contra el pronóstico oxfordiano.
En ¡Sálvese quien pueda! (Debate, agosto de 2018, 360 páginas), el requeteconocido periodista Andrés Oppenheimer averigua el destino de periodistas, banqueros, abogados, contadores, agentes de seguros, médicos, docentes, transportadores, actores, músicos y deportistas. Al final, para paliar malas noticias, indica los 10 trabajos del futuro. No soy ni seré spoiler. Solo les menciono uno: cuidadores y programadores de robots. ¿Qué esperaban? ¿Paseadores de perros? ¿Comentaristas de libros?

Serás lo que eres
Para muchos la tradición familiar puede ser un escampadero, la felicidad, una bendición del Cielo. Ser abogado litigante como mi papá. Vender brasieres de contrabando como mi tía. En cambio, para otros muy escasos, es una maldición. Creer en lo que no creo. Vivir lo que no deseo. Cantar lo que no quiero cantar. Y solo unos pocos de esos pocos se atreven a escribir sobre el curso de esa blasfemia.
Manuela Espinal Solano lo ha hecho. Angosta Editores, la editorial que inspira Héctor Abad Faciolince, publicó en diciembre del año pasado su primera novela, Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto, tan insinuante y sugestiva como el título. La gracia no es que Manuela tenga 18 o 19 años. Para mí, eso es lo de menos, a riesgo de que me caiga un rayo. La gracia es su escritura: directa y honda, sencilla y polifásica, pulcra y gustadora. Léanla y verán.

Vivir para siempre
Unos escritores inventan lo que escriben. Otros recrean su pasado. ¿Cuáles gustan más? Como alguna vez dijo el ya casi olvidado Mao Zedong: “Que se abran cien flores, que compitan cien escuelas”. En gustos no hay disgustos. A mi manera de leer, cada talante literario pretende el mismo fin: inmortalizar el momento, esclarecer la esencia del tiempo, buscar la eternidad.
El cine era mejor que la vida (Alfaguara, mayo, 2018, 155 páginas), de Juan Diego Mejía, es un ejemplo muy bien logrado de perpetuar lo vivido. Un niño de 8 años, pegado a las faldas de la mamá (Laura) y a los pantalones del papá (Mejía), nos cuenta sus vivencias de amor y desengaño, no a manera de vindicta o justicia poética, sino como un cántico a la familia, algo que en Twitter puede sonar obsoleto, pero que a muchísimos lectores de carne y hueso les parece música para los oídos. Música celestial.

¡A que te cazo, mi amor!
Lean bien. Una nube no es la Nube. Con los rollizos contornos de una nube podemos imaginarnos las alas de Pegaso o la tierna figura de la Virgen María. Con la Nube (the Cloud), accedemos por Internet a recursos, sistemas, información y servicios de altísimo nivel informático, como sabe cualquier millennial. En la Nube está todo y la Nube está en todas partes, duélale al que le duela. Hasta el amor. El mismo que tanta brega nos da en esta vida ordinaria.
Amor en la Nube, de Ana Cristina Vélez (Editorial Universidad de Antioquia, abril de 2018. 225 páginas), narra la parte más hilarante de la vida de Teresa, geóloga de 36 años, soltera, hija de familia ultracatólica, que se embarca en la odisea de buscar (y encontrar) marido por internet. Una historia actualísima, llena de humor e inteligencia, para ponernos a reír y pensar. Y nos les digo más.

Cuando los relojes se pararon
Ochenta y dos años después de su asesinato en 1936, nadie sabe con certeza dónde reposan los huesos de Federico García Lorca. La derecha española le tenía pavor a su poesía de juegos y abalorios. La pureza de su alma ultrajaba a los cabecillas del franquismo. Y su mariconería sin tapujos descalabraba la hipocresía de curas, obispos y monjas. Hoy le dirían “buen muerto”. La política y la guerra van por un camino y la literatura y la poesía vuelan por otro. Hoy casi nadie añora a los asesinos. Casi todos acudimos con fervor al prodigio de sus versos.
Frailejón Editores, editorial independiente bajo la guía del escritor Iván Hernández, tiene en catálogo un libro para esta sed de espíritu: Romancero gitano (cubierta en cuero, encuadernación manual), recordatorio del gran Federico, un muerto que nunca muere. Lo recomiendo con el alma…
San José de Las Vegas, representando a Antioquia, obtuvo cupo a los Nacionales Intercolegiados
El equipo de voleibol prejuvenil femenino del colegio San José de Las Vegas, en representación de Antioquia, quedó campeón del Zonal Regional del Eje Cafetero y obtuvo el cupo para los Juegos Nacionales Supérate Intercolegiados que se efectuarán a final de año en Barranquilla.
Las niñas -entre 13 y 14 años- derrotaron a Quindío, Risaralda y Caldas (a todos por un marcador de tres sets a cero), y confirmaron su favoritismo.
Este es el cuarto éxito consecutivo del equipo que ya fue campeón municipal en Medellín, luego se coronó en el zonal metropolitano del Valle de Aburrá y posteriormente triunfó en los Departamentales de Antioquia.

El seleccionado es dirigido por Paola Arias y Alexánder Meneses.
Programación del Festival de Cámara de El Retiro
Del 1 al 9 de septiembre se realizará en el municipio de El Retiro el II Festival de Cámara. Toda la programación tiene entrada libre y tendrá varios espacios, el Teatro Municipal y la Iglesia Principal y la Capilla San José. Sábado 1 de septiembre Dúo- Donadío Giraldo Teatro Municipal 4:00 p.m. Domingo 2 de septiembre Concurso de música de cámara Teatro Municipal 9:00 a.m. Orquesta Iberacademy Roberto González Monjas – Director Capilla San José 5:00 p.m. Lunes de 3 septiembre Cuarteto de cuerdas de Valladolid Teatro Municipal 7:00 p.m. Miércoles 5 de septiembre Gala Lírica Teatro Municipal 7:00 p.m. Jueves 6 de septiembre Concierto de ganadores del concurso Teatro Municipal 7:00 p.m. Viernes 7 de septiembre Trío Acuarimántia Teatro Municipal 7:00 p.m. II Festival de Cámara en el municipio de El Retiro Sábado 8 de septiembre Cuarteto con piano Cuerdas del Mozarteum de Salzburgo y Sergio Posada Teatro Municipal 1:00 p.m. Réquiem y Concierto Para Flauta en Sol Mayor de Mozart Orquesta Iberacademy Alejandro Posada – director León Giraldo – solista Iglesia principal 4:00 p.m. Domingo 9 de septiembre Tríos para cuerdas y flauta traversa Teatro Municipal 3:00 p.m.
El Ces, la casa de la Ópera Metropolitana
Impulsar el talento local en los géneros líricos es la meta que se ha propuesto la Ópera Metropolitana de Medellín, una entidad naciente que estableció su sede en El Poblado.
Por Sebastián Aguirre Eastman
El logro resulta tras sellar un convenio con la Universidad Ces, que habilitó un espacio para instalar allí bodegas y oficinas y programó en su teatro la agenda de presentaciones. Fundada en 2018, la Ópera es dirigida por el tenor Andrés Felipe Gómez, quien creó una entidad que fomentará la música lírica en sus diferentes géneros: ópera, opereta, zarzuela, con el deseo de tener una programación constante y un enfoque clave: darles protagonismo a los talentos nacionales, los que residen en el país y también aquellos que se destacan en el exterior y a quienes invitará para que se presenten entre su público.
La Ópera tuvo su estreno oficial el 14 de junio con 130 artistas en escena. El viernes 24 de agosto realizó su segunda presentación, con el anuncio del convenio firmado con el Ces, y que contó con la presencia del maestro Gustavo Adolfo Yepes, exdirector de la Orquesta Sinfónica y docente de música en Eafit.
Ambas entidades establecieron una alianza que fue presentada el 24 de agosto con un concierto. Le contamos en qué consiste.
“En la ciudad hay entidades como Prolírica que han mantenido vivo el género, nosotros queremos reforzar esa oferta con eventos constantes”, enfatiza Andrés. En este final de año tienen dos fechas confirmadas: el 10 de noviembre y el 15 de diciembre, que será un espectáculo navideño.
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Con el Ces fue fácil ponerse de acuerdo, pues como afirma Karol Durán, la directora comercial de la Ópera, hubo muy buena disposición por parte de las directivas y, en especial, de la oficina de fomento cultural. “Tenemos un teatro grande -511 asistentes como aforo- buenos parqueaderos y mejor logística. La idea es que además de las presentaciones ofrezcamos a futuro programas para formar artistas, cursos, diplomaturas, todos abiertos al público”.
En 2019 el objetivo es tener, mínimo, un evento al mes y que la entidad sea autosostenible; la Ópera también desea mostrar su trabajo en espacios públicos, para lo cual ya se han puesto a las órdenes de la Alcaldía para que les den la oportunidad y compartir su talento con la ciudad. Para el CES es un reto y un placer “Abrir el espacio a la cultura y las artes escénicas no solo es un compromiso de la Universidad Ces, sino la oportunidad para acercar la sociedad a nuevos escenarios de intercambio cultural y social. Para nosotros es todo un reto y también un inmenso placer darle la bienvenida a la Ópera Metropolitana-Universidad Ces.
Estamos seguros de que se convertirá en un referente de ciudad en el género lírico. Este es un primer paso, para permitir que en la ciudad haya propuestas innovadoras, diversas, incluyentes, alrededor de otro tipo de espectáculos, para todos”, dijo el rector de la Universidad, Jorge Julián Osorio.
Una semana muy dulce
Dulcemanía del 3 al 9 de septiembre Medellín tendrá una semana para disfrutar de las preparaciones de 30 reposterías, con bebida caliente y botella de agua,a precio especial.
Por: ClaudiaArias Villegas / [email protected]
Dulcemanía: ese es el nombre del nuevo evento de País Gourmet, de los mismos realizadores que cada año traen Medellín Gourmet, para que los amantes del dulce recorran la ciudad probando distintas opciones. Entre el lunes 3 y el domingo 9 de septiembre, 30 reposterías ofrecerán el Momento Dulcemanía, que incluye un postre tamaño personal –en cada lugar hay tres opciones para elegir–, una botella de agua y una bebida caliente, todo por $10.000.
Cada una de las reposterías debe tener entre sus opciones al menos un postre elaborado con chocolate Cordillera, con el cual participarán en un concurso en el que la Compañía Nacional de Chocolate premiará la mejor creación con este ingrediente. El jurado para elegir el ganador está integrado por seis conocedores de la materia: la chocolatera Valeria Vahos, las reposteras Juliana Álvarez y Carolina Arango, el chef Sebastián Ramírez, Nataly Quintero por parte de la empresa patrocinadora y el periodista de Vivir en El Poblado, Juan Pablo Tettay, quienes tendrán en cuenta parámetros como creatividad y técnica.
El público podrá votar por el mejor Momento Dulcemanía, a través de las redes sociales de Medellín Gourmet; los ganadores obtendrán cupos en cursos de profundización en temas de repostería y chocolatería con las jurados Valeria Vahos y Juliana Álvarez. A los clientes que paguen con la App Nequi por primera vez uno de los momentos dulces, se le devolverán $5.000, así que ese primer momento tendrá para ellos un costo real de $5.000.
Para consultar la lista de reposterías visite www.dulcemania.co y para votar por su momento favorito hágalo en la cuenta de Instagram: @dulcemaniacolombia.
Supremas otoñales
Supremas otoñales
(para 2 personas)
Ingredientes
• 2 filetes de pechuga de pollo de 130 gr.
Para el marinado
• ½ taza de jugo de limón.
• 3 cucharadas de cilantro.
• 1 diente de ajo picado.
• 1 cucharadita de sal marina.
• 1 cucharadita de pimienta.
Para el relleno:
• 4 cucharadas de queso crema.
• 2 tajadas queso fundido.
• 1 cucharada de aceite de oliva.
• 80 gramos de zucchini, picado finamente en cuadritos.
• 4 albaricoques cortados en láminas.
• 50 gramos de maní triturado.
• 30 gramos de ajonjolí.
• 50 gramos de champiñones cortados en láminas.
• 1 pizca de cardamomo.
• Un tris de cúrcuma.
• ½ oz de vodka.
• Hojitas de tomillo.
Procedimiento
Preparar el marinado con todos los ingredientes y sumergir los filetes en la mezcla, dejarlos allí mientras se prepara el salteado.
Saltear el maní y el ajonjolí hasta que doren y comiencen a soltar sus aceites y aromas, luego incorporar el aceite de oliva y el zucchini. Al tiempo, se agregan los champiñones, el tomillo, las especias y el licor. Continuar salteando por 2 minutos hasta lograr el aroma y textura deseada.
Disponer los filetes sobre una tabla y untarlos con el queso crema, poner el queso fundido, el salteado y los albaricoques. Envolver los filetes, sin que se salga el relleno, y colocarles un palillo para que no se desarmen. Cortar cada rollo en la mitad y ubicarlos en un molde. Bañarlos en la salsa de estragón y llevarlos al horno por 15 minutos a 180 °C.
Retirarlos del horno y servirlos sobre un espejo de salsa. Decorar con un poco del salteado y ramas frescas. Acompañar las supremas con ensalada de hojas verdes.
Para la salsa:
• 4 cucharadas de crema de leche.
• Una cebolla morada picada finamente.
• 1 cucharada de mantequilla.
• 4 cucharadas de hojas de estragón frescas.
• 2 onzas de vino blanco.
• 1 cucharadita de pimienta.
Preparación
Quebrantar las cebollas moradas en la mantequilla, verter el vino y luego incorporar los demás ingredientes hasta lograr una salsa ligera (dejar a fuego bajo durante aproximadamente 5 minutos).
Jesús Abad Colorado ganó el Premio Nacional de Fotografía
El fotógrafo antioqueño Jesús Abad Colorado fue anunciado por el Ministerio de Cultura como el ganador del Premio Nacional de Fotografía 2018 que entrega dicha entidad, por su trabajo Mata que Dios perdona. El autor recibió por esta condecoración un estímulo de 40 millones de pesos.
¡Atención! Jesús Abad Colorado es el ganador del Premio Nacional de Fotografía 2018 de @mincultura, el máximo renocimiento a nivel nacional en esta materia. Ganó con su obra ‘Mata que Dios perdona’ ¡Felicitaciones! 📷 pic.twitter.com/dR5nkUwP0e
— MinCultura Colombia (@mincultura) August 31, 2018
Abad Colorado se ha convertido en los últimos años en un referente de la fotografía nacional por el cubrimiento que ha hecho del conflicto armado en el país. Tiene 51 años y en la actualidad trabaja por su cuenta.
Vea también: Geografías de dolor y resistencia, de Jesús Abad Colorado
En abril de 2018 fue protagonista del documental El testigo, producido por Caracol Televisión, y en el que se da cuenta de su trabajo en las zonas más apartadas de Colombia registrando la cotidianidad de algunas víctimas del conflicto.
“Mata que Dios perdona es una serie fotográfica, 15 imágenes que me dan el Premio, que hace alusión a los símbolos religiosos que usan los distintos grupos armados religiosos en sus pechos o brazos. Durante estos 25 años he ido haciendo una serie de fotografías que hablan de los íconos religiosos en los cuerpos de los combatientes, y buscan generar reflexión, más que afirmar, en el país. La reflexión no la busco entre los actores armados sino en el tipo de educación que recibimos en Colombia, donde un hermano mata a otro hermano” dijo Jesús Abad Colorado a Vivir en El Poblado.
Vea también: Las flores que ofrece Jesús Abad Colorado
El autor prepara una exposición que inaugurará el 20 de octubre en el Claustro de San Agustín, de la Universidad Nacional sede Bogotá, llamada El testigo -como el documental-, que va a tener una serie de imágenes sobre desaparición forzada y desplazamiento, entre las cuales estarán algunas de la serie con la que resultó ganador.
¿Quiere estudiar en EE.UU.? ¿No tiene plata ni visa? ¡No todo está perdido!
Hay 1.600 opciones para elegir y muchos auxilios disponibles en universidades, sin necesidad de pagos de intermediación, ni la obligación, en todos los casos, de demostrar solvencia económica.
Por Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
Recuerda Christie Culp, vocera de Loyola Marymount University de Los Ángeles, el caso de un uruguayo quien, sin más recursos que su excelente rendimiento académico, convenció a la institución para obtener una beca completa que incluía, además del estudio, alimentación y alojamiento.
“Sí hay maneras, es verdad que algunas universidades son caras, pero hay muchas otras que ofrecen este tipo de becas y otros auxilios. Basta con que el interesado se informe sobre cómo esto puede ser posible y creer en su sueño”, comenta Christie.
El de los latinos, y en especial de los colombianos, es un mercado muy apetecido por las instituciones estadounidenses. Cada año, según registros de Education USA, 8.000 de los nuestros se van a estudiar a ese destino.
Slavko Bradic, director asociado de The George Washington University de Washington, DC, dice que su presencia en las aulas les brinda una mentalidad distinta no solo a la entidad como tal sino a su comunidad.
“Tener pensamientos de distintas partes del mundo estimula la creatividad en todos nuestros estudiantes”, afirma Bradic, quien junto a Christie y otros voceros de instituciones como American University, Fordham University, Grinnell College, Les Roches, Salve Regina University, Trinity University, UCLA y University of Rochester estuvieron el lunes 24 de septiembre en la sede Centro del Colombo Americano compartiendo información con interesados en estudiar en EE.UU.
La iniciativa fue del Colombo Americano y Education USA, una red adscrita al Departamento de Estado de ese país que fomenta el estudio de cursos de inglés y programas de pregrado y posgrado (maestrías y doctorados).
La red, afirma Érika López, consejera de Education USA en Medellín, cuenta con 1.600 universidades de EE.UU. y la labor de la entidad es conectar a los interesados con dichos centros para hacer el proceso de registro y admisión.
Érika compartió con Vivir en El Poblado recomendaciones para tener mayores posibilidades de llevar un proceso exitoso en EE.UU.
¿Qué papeles se deben conseguir?
Si es para estudiar inglés los únicos requisitos que se piden es la aplicación en la universidad que el estudiante elija y demostrar que tienen dinero disponible en la cuenta bancaria que sirva como soporte para justificar los gastos durante su estadía (“mínimo deben ser cinco millones de pesos por mes”, señala Érika López).
Para hacer un pregrado o posgrado, el candidato debe presentar las calificaciones (si es para pregrado, las de bachillerato y si es posgrado las del pregrado), el diploma, entre dos y tres cartas de profesores y un ensayo motivacional, en el que explique por qué, en su concepto, la universidad lo deben aceptar. Acá, dice Érika, es válido “chicanear” con todos los logros, eso sí, que sean demostrables.
¿Y la visa?
Tener la visa previamente ayuda, pero si el solicitante no cuenta con este documento, en el proceso está incluida la aplicación para la visa de estudiante, que con la aceptación por parte de la universidad es más que probable que le sea otorgada por el Gobierno de EE.UU.
Esta visa tiene restricciones de trabajo en ese país, salvo que lo hagan dentro de la universidad en la que fue aceptado.
¿De qué porcentajes son las becas que otorgan las universidades?
Eso depende de cada institución, aunque en el proceso Education USA intercede para negociar el auxilio. Hay estudiantes a los que, aún cuando tienen escasos recursos, con su rendimiento académico y otras facetas personales logran obtener el 100% del auxilio, pero no hay una regla que defina un porcentaje fijo de apoyo.
¿Cuál es el porcentaje de aceptación de colombianos en las universidades?
La consejera de Education USA afirma que el porcentaje de aceptación de interesados en estudiar en ese país ha aumentado en los últimos años, del 50% al 95%. Los pocos que no lo logran por lo general cometen errores en el proceso de diligenciamiento y acopio de documentación. Entre 2016 y 2017, los colombianos fueron el 18% del total de aceptaciones de estudiantes internacionales, cuando en años anteriores esa cifra no pasaba del 8%.
¿A quién acudir para recibir asesoría?
Érika López señala que en la ciudad hay agencias que ofrecen sus servicios a los estudiantes interesados, previo el pago por la intermediación, para conseguir un cupo en una universidad de EE.UU. En el caso de Education USA, por ser una entidad oficial, “solo se pide una cuota única de 150 mil pesos, independiente de si va a aplicar a una o diez institución”.
Hay 1.600 universidades disponibles, por lo cual Érika recomienda seleccionar muy bien la institución a la que se quiere postular. “Todos quieren ir a Harvard o Yale, pero estas son las más caras, las más competidas y las que menos recursos brindan”.
¿Cuánto cuesta y qué tiempo toma el proceso?
El valor puede variar. Hay universidades que cobran 70 dólares por el proceso de admisión como hay otras que piden hasta 300. Ya luego se incluyen otros costos que dependen de los requisitos que exija cada institución o el que cobran las agencias intermediarias -que no es el caso de Education USA-. En cuanto al tiempo, Érika López señala que si es para estudiar inglés el trámite puede tomarse de dos a tres meses, pero si es para posgrados no baja del año, incluso los 18 meses. “Hay quienes se gradúan en diciembre y ya quieren irse a estudiar a EE.UU. en enero”, afirma.
¿Qué asuntos pueden incrementar sus posibilidades?
El rendimiento académico es clave, pero hay otros factores que inciden para que una universidad no solo acepte recibir al estudiante en sus aulas sino que le otorgue apoyo económico. Érika López destaca dos muy importantes: el primero es realizar alguna labor social: “a las universidades les gusta que las personas le devuelvan a su comunidad algo de los beneficios adquiridos en el estudio u otra labor. Puede ser un voluntariado, practicar algún deporte, estar en un grupo musical. En otras palabras, que además de ser brillante en lo académico, también lo sea en la parte humana”.
Lo segundo, agrega la consejera, es ser muy honesto en cada una de las respuestas de los formularios. Hay quienes caen en el error de pedirle a alguien que le escriba el ensayo motivacional.
Otro error frecuente es que el estudiante envía, por sus propios medios, las calificaciones de exámenes como el Toefl, cuando esta diligencia la debe hacer la entidad calificadora.
Conversatorio con Memo Ánjel: “Al paso que vamos ¿Dónde vamos a quedar viviendo?”
José Guillermo Memo Ánjel, profesor investigador de la UPB, escritor y viajero estuvo en el Jueves de Conversatorio con el tema “Al paso que vamos ¿Dónde vamos a quedar viviendo? Sin identidad, sin creación de territorios ¿para dónde vamos?
El evento se realizó este jueves 30 de agosto en el Centro Comercial Santafé.
Vea también: El Empoderamiento, una visión de cómo trascender nuestros límites: conferencia de Chiquinquirá Blandón
Cierres viales para el fin de semana
Tenga en cuenta los cierres viales en Medellín y el oriente cercano. Prográmese para que no tenga imprevistos a la hora de movilizarse.
Cierres viales en Medellín
Domingo 2 de septiembre
Durante la “Carrera de las Rosas” por lo que habrá cierres viales en vías como la Avenida Las Vegas y la Avenida Regional, entre las 6:00 y las 11:00 de la mañana. Haga clic en los siguientes enlaces para conocer los recorridos de cada categoría 2K, 5K y 10K .
Este domingo también será el evento deportivo “L´etape Colombia by tour de france” por lo que se presentarán cierres entre la 1:00 de la madrugada y las 5:00 de la tarde. En jurisdicción de Medellín, los cierres serán en la zona del centro, la Avenida Regional y la vía al mar. Para ver detalles haga clic aquí.
Entre las 9:00 y las 11:45 de la mañana habrá cierres en algunas vías de El Poblado y Guayabal, por el ciclopaseo empresarial “Hábitos y estilos de vida saludable para vos”. Para ver el recorrido completo haga clic aquí.
Cierres viales en el oriente cercano
Vía variante Palmas tendrá unidireccionalidad para el domingo 2 de septiembre en el horario de 5:00 p.m. a 7:00 p.m. en sentido Rionegro – Medellín desde el peaje hasta la glorieta del Alto de las Palmas.
En la Vía doble calzada Las Palmas: Este domingo 2 de septiembre, el carril izquierdo de la calzada de ascenso estará cerrado para el desarrollo de la ciclovía denominada Vía Activa Saludable – VAS, programada por el INDER de Medellín, en el horario de 6:00 a.m. hasta la 10:00 a.m.
La calzada que conduce de Rionegro a Medellín en la vía Doble Calzada – Sajonia – Aeropuerto 300 metros antes de llegar a la glorieta Sajonia, debido a los trabajos adelantados en la zona.
Sede para inspirarse
Perceptual estrena su nuevo espacio ubicado en la calle 14 # 46 -30. Amigos y familia disfrutaron el sábado 25 de agosto de un momento para conocer la nueva bodega show room, un lugar en el que destacan la inspiración y el buen diseño.
La vitrina de Alemautos se renovó
El jueves 30 de agosto, el concesionario de Mercedes Benz, Alemautos presentó su nueva vitrina diseñada para mejorar la experiencia al cliente.
Este espacio cuenta con los estándares de exhibición definidos dentro del manual global de la marca alemana.
Durante el evento fue presentado el nuevo Clase C Sedán de Mercedes Benz que son importados desde la planta de Bremen (Alemania).
Sánduches gourmet
El queso es protagonista en estos sánduches gourmet. Escoja quesos suaves con panes y acompañamientos que generen contraste. Los quesos de sabor intenso van mejor con panes neutros y salsas suaves. Siga estas recomendaciones.
Por: Juan David Montoya / Chef Escuela de Cocina Carulla
Bonita Salón, un concepto conectado con la naturaleza
Un nuevo concepto en salones de belleza, así es Bonita Salón, un espacio enfocado en brindar productos más limpios, amigables con el planeta y favorecedores para la salud de los clientes.
Sus empaques son reciclables y algunos de sus ingredientes son cultivados en fincas que están ubicadas en Bologna, Italia, y la mayoría de ellos son orgánicos.
Un concurso fuera de concurso
Es una sopa de mojarra negra, en caldo de yuca con ajíes ahumados y hormigas tostadas; se sirve con casabe y chicha de ñame morado y se acompaña con una bebida de lulo silvestre.
Todo comenzó en Medellín hace 12 años, cuando se realizó la primera edición de aquello que en un principio se denominó Premio Nacional de Gastronomía, pero que a partir de 2012 cambió por el acertado nombre de Premio Nacional a las Cocinas Tradicionales de Colombia.
Se trata de la implementación de una política del Ministerio de Cultura para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento de la alimentación y las cocinas tradicionales, la cual en aras de recuperar la cultura culinaria de las diferentes regiones, busca rescatar y divulgar la historia de colonización, migración y mestizaje que nos lleva a entender nuestro fogón como protagonista de un proceso histórico, el cual, durante cinco siglos le ha puesto sal y pimienta a esa receta que hoy llamamos Nación.
Aclaro: en este concurso los restaurantes de moda en redes y los chefs de tatuajes y pañoleta, nada tienen qué hacer, pero sí tienen mucho que aprender. Este premio exalta el conocimiento de cocineros y cocineras populares –ajenos a la academia y habitantes de remotas regiones- quienes a través de su largo trajinar, han sabido proteger de la barbarie de la guerra y de los embates de la comunicación mediática, los secretos prácticos de sus recetarios ancestrales y de sus propias biodiversidades alimentarias, desconocidas en las grandes ciudades.
Hasta 2017 se han realizado diez ediciones de este magnífico premio, cuyos resultados nos permiten asegurar la existencia de una cocina colombiana cuya riqueza es de orden estrictamente cultural; es decir, no se mide por cifras de resultados comerciales y, mucho menos, por indicadores o tendencias en redes.
El 16 de agosto se dio a conocer el ganador del premio para este año. El número de participantes superó los 120 grupos; el Ministerio seleccionó 14 semifinalistas y el jurado de calificación final escogió tres finalistas. El ganador fue un grupo del pueblo indígena (Tubú Hummurí Massa) de la región amazónica colombiana y más exactamente del Vaupés. Su receta llamada Ñugkapiari fue una oda al sabor de la yuca dulce: se trata de una sopa de mojarra negra, en caldo de yuca con ajíes ahumados y hormigas tostadas; se sirve con casabe y chicha de ñame morado y se acompaña con una refrescante bebida de lulo silvestre.
El grupo que presentó esta propuesta vive hace 15 años en un barrio marginal de Bogotá en condición de desplazado. Ellos aseguran que gracias a su cocina de crianza, han logrado mantener incólume su unión familiar, reconociendo que por su fogón pasa toda la cosmogonía de su cultura. El jurado consideró que su alimentación cotidiana se ha mantenido vigente porque su mundo culinario es una autentica “cocina de resistencia”.
El casabe de yuca brava, de origen amazónico, se considera la receta más antigua de todas las cocinas indígenas americanas. Este concurso es un verdadero acierto de política cultural y merece una mayor y mejor divulgación entre la comunidad de estudiantes de cocina y la nueva generación de cocineros profesionales.
Así se come en la Sierra Nevada
Una investigación de la Fundación Pro Sierra Nevada de Santa Marta revela las costumbres alimenticias de esta zona del Magdalena. Los resultados fueron presentados en Sabor Barranquilla.
Por: Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
Paso a paso, Propina trepa las escarpadas lomas que del corregimiento de Machete Pelado llevan a Teyuna, lugar tayrona que los turistas conocen como Ciudad Perdida. La mula sube y baja día a día, llevando las provisiones que alimentarán a las decenas de viajeros (hasta junio de 2018 iban 14.000) que recorren los caminos kogui a visitar las ruinas indígenas que datan del año 700 de nuestra era.
En sus lomos, Propina y muchas otras llevan plátano, arracacha, malanga, ñame, auyama y otros vegetales más, que muchos conocen con el nombre de bastimento. El cargamento es un retrato de todo aquello que se consume en la Sierra Nevada de Santa Marta, escenario donde transcurre esta historia.
Con la idea de recoger ese testimonio agrícola y gastronómico de este territorio del departamento de Magdalena, Santiago Giraldo, director de la Fundación Pro Sierra Nevada; el cocinero e investigador Manuel Martínez, propietario del restaurante Josefina de Santa Marta, y la ingeniera ambiental Claudia Vasco, presentaron los resultados de la investigación Gastronomía de la Sierra Nevada de Santa Marta, su tierra y su gente, en el marco de la Feria Sabor Barranquilla, que tuvo lugar del 23 al 26 de agosto pasados.

Tubérculos y proteínas
El camino a Ciudad Perdida bordea el río Buritaca. Son casi 25 kilómetros de ida y 25 de regreso, que se hacen en cuatro días. La alimentación es fundamental, pues es la que le da al cuerpo la energía necesaria para subir, bajar, saltar, cruzar y caminar sin parar. Con cada grupo de turistas viaja un cocinero oriundo de la zona, que conoce muy bien productos, recetas, técnicas y preparaciones para ofrecer.
Santiago Giraldo explica que en la Sierra habitan, además de la poblaciones pertenecientes a cuatro etnias indígenas (kogui, arhuacos, kaguamos y wiwas) alrededor de 400.000 campesinos: “La mayoría está ubicada en el Cinturón Cafetero de la Sierra, que inicia en Minca y corre hasta San Pedro y San Javier”. El café ha estado allí desde mediados del siglo XIX y hoy, gracias a Pro Sierra, son 400 los productores dedicados a cultivar cafés especiales. Junto con el cacao, son los que más les han entregado visibilidad a los campesinos de la región. Sin embargo, en palabras de Santiago “se trata de uno de los lugares más biodiversos del planeta, gracias a que se encuentran los cinco pisos térmicos y esto también hay que aprovecharlo desde el punto de vista agrícola”.
Indígenas, campesinos y extranjeros
La amplia despensa que ofrece la Sierra no lo es todo. Las costumbres gastronómicas también forman parte de ese territorio amplio y diverso que ofrece paisajes que quitan el aliento. El cocinero e investigador Manuel Martínez explica que la gastronomía del lugar debe verse desde dos puntos de vista: la cocina indígena y la cocina campesina. “La primera, es una cocina sencilla que, en la actualidad, basa su alimentación en técnicas como el hervido”. De ese modo, en la mitad de las malocas siempre habrá un fuego que tiene como funciones calentar el cuerpo, ahuyentar insectos y servir de fogón.
“A una olla con agua siempre va todo lo que se consigue: tubérculos y proteínas”. Un cocido tendrá siempre yuca, ñame, arracacha, guineo, plátano y carnes como zainos, guartinajas y armadillos que, generalmente, son producto de la caza. Además, “hoy en día, los indígenas se han desplazado voluntariamente para evitar el contacto con nuestra cultura, esto hace que se adentren en la selva y pierdan espacios cultivables”, continúa Martínez, quien agrega que en épocas precolombinas, la gastronomía de la Sierra era más rica, pues existían sistemas de intercambio entre las tribus que vivían en las playas con las de las partes media y alta”.
Martínez, los campesinos de la Sierra provienen del interior del país: “En 1950, huyendo de la violencia partidista, personas provenientes del Huila, Cundinamarca, Tolima y Antioquia llegaron a poblar la Sierra, trayendo consigo técnicas y preparaciones”. Así, es común encontrar tamales, arepas y sancochos dentro de la dieta de este lugar del departamento de Magdalena.
Cuando se habla de la gastronomía campesina, el panorama se hace amplio pues, explica
Finalmente, la presencia de extranjeros en algunos poblados de la Sierra está introduciendo cambios en los platos que se cocinan y se sirven en la zona. “Están pidiendo a los campesinos algunas cosas que no se cultivan y ellos están introduciendo nuevas prácticas”, explica Santiago Giraldo, de Pro Sierra. De ese modo, se reactiva la economía y la agricultura al llevar nuevos cultivos que permiten que no haya una dependencia total del café o del cacao.
Productos que ya no bajan
Los turistas que caminan hacia Teyuna tienen, de hecho, la oportunidad de probar algunas de las delicias que allí se cultivan. Sin embargo, muchos de los productos cultivados en las laderas del lugar no llegan a las plazas de mercado de Santa Marta, de Ciénaga o de Aracataca. Son varias las razones.
Por un lado, Santiago explica que muchas de las cosas que se cultivan son para el consumo interno -“nos perdemos de las frambuesas silvestres y del arroz de montaña, que les fascina a los campesinos y a los indígenas”, dice-; otra de las razones tiene que ver con la dificultad de sacar los productos, pues todo debe hacerse a lomo de mula, “aunque no se trata de llenar la Sierra de carreteras, pero sí de facilitar la bajada de las cosas”. Adicionalmente, según los hallazgos de Manuel, al visitar plazas de mercado se ve que los productos que antes llegaban de la Sierra están siendo traídos del interior del país.
“La Sierra sigue siendo ese terreno que todos sabemos que existe, pero continúa inexplorado”, explica Santiago, quien recuerda que allí también se produce miel y se cultiva maíz y caña de azúcar con la que se produce panela. Propina, mientras tanto, sigue llevando verduras y tubérculos. Ella es la encargada de que cientos de turistas extranjeros tengan la energía suficiente para seguir con un camino duro y exigente hacia Ciudad Perdida.
La estevia
La estevia es un sustituto natural para endulzar. Dicen los expertos que no aumenta los niveles de azúcar en la sangre.
Por: Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
Hoy en día China es el mayor diseñador de productos con estevia. Para su cultivo se necesita poco espacio, por lo que permite que los agricultores puedan manejar otras hierbas y vegetales. De hecho, para alcanzar el mismo nivel de dulce, la estevia necesita solo una quinta parte de la tierra que demanda la caña de azúcar.
En hoja, la estevia puede conseguirse en Vita Integral, en la carrera 42 # 5 sur – 43, en El Poblado.
Esta hierba es nativa de Paraguay y es usada en este país y en Brasil desde hace siglos para endulzar bebidas y hacer té. La hoja tiene un sabor amargo. La industria alimenticia logró aislar los glicósidos de esteviol, que son los que dan el sabor dulce.
Si la receta pide una taza de azúcar, se reemplaza por un 1/4 de taza de estevia. Hay que recordar que sus propiedades no son las mismas del azúcar, sobre todo en cuanto a textura, por lo que se recomienda usar una mezcla entre una y otra.
Venta de activos de EPM arrancó con polémica en el Concejo
A un día de radicado el proyecto de acuerdo para las desinversiones de EPM que le permitirían atender la contingencia en Hidroituango, ya hay cuestionamientos desde el Concejo de Medellín.
Por Daniel Palacio
La concejal María Paulina Aguinaga, cuestionó que el proyecto de acuerdo llegó únicamente solicitando autorización para enajenar las acciones que EPM tiene en las compañías en Colombia y no para las otras en Chile de las que también había anunciado.
“Radiqué una solicitud a EPM para que digan cuál es el argumento jurídico para llevarse el dinero invertido sin ningún control, sin tener en cuenta al Concejo de Medellín; máxime con los cuestionamientos de estas inversiones en el exterior”, afirmó Aguinaga.
Vea también: En Hidroituango hay esperanza para vencer la crisis
La corporada del Centro Democrático también aseveró que la exposición de motivos no está debidamente sustentada, pues en su consideración siguen sin dar un estimativo de a cuánto puede ascender la reparación de los daños por la contingencia en Hidroituango y que se han venido presentando desde el 28 de abril pasado.
Durante las sesiones extras del concejo que inician este viernes 31 de agosto, la concejal Aguinaga también cuestionará qué EPM anunciara que las desinversiones también se hacen para cumplir con las transferencias al municipio de Medellín y no únicamente para atender la contingencia en Hidroituango.
La concejal llamó al alcalde y presidente de la Junta, Federico Gutiérrez a “amarrarse el cinturón y decir que se disminuyan las transferencias pero no salir a feriar el patrimonio público para cumplir con las promesas de campaña”.
Cerca del 30 % del presupuesto anual de la ciudad proviene de transferencias de EPM producto de sus excedentes.
Separar bien es también cuestión de empatía
Si fuera mi caso, quisiera que el contendedor plástico, la caja de cartón y la botella de vidrio que alguien separó no estuvieran untados de huevo, pescado, leche cortada o queso rancio.

Hace poco, tras una triste demostración de descoordinación, perdí una de las monedas que había cambiado para usar la aspiradora de una estación de servicio. Decidí entonces esculcar la caneca en la que cayó, especialmente considerando que era una de aquellas dispuestas para separación de desechos: debería contener solo materiales susceptibles a ser reciclados, limpios y secos. Como se imaginarán, no estaba ni cerca de estas condiciones ideales.
Al introducir mi mano, pensé en las incómodas situaciones por las que pasan todos los días las personas que ejercen la difícil labor de revisar los desechos de tantos ciudadanos para separar los materiales que pueden ser reciclados. Muchos pensarán que es una actividad económica más. Aunque desconozco las cifras para Medellín, en mis investigaciones encontré que en ciudades como México D.F. y El Cairo los recicladores informales (pepenadores y Zabbaleen, respectivamente) pueden desviar hasta un 30% de materiales que de otra manera llegarían a los rellenos sanitarios, ya bastante saturados y criticados por sus impactos ambientales y sociales. Esta labor, por lo tanto, es un servicio público.
Siendo investigador de temas ambientales, me preguntan mucho acerca de qué puede ser reciclado y qué no. La respuesta no es siempre tan fácil como “plástico, papel y cartón, vidrio y metales”. Hay otras variables como el tipo de plástico, el estado del papel o cartón y la tecnología disponible para procesarlos (hay cosas que en Suecia se pueden reciclar y en Colombia no). Suelo también decir que se confíe en los conocedores: si no sabe si el material del que se quiere deshacer se puede reciclar, sepárelo igual, que el reciclador es experto en el tema.
Ahora, es muy importante que estos desechos estén limpios y secos, por dos razones. Una es técnica: el cartón y el papel, por ejemplo, normalmente quedan inservibles si se engrasan o se untan de residuos de comida (el cartón en el que viene la pizza rara vez se puede reciclar). La segunda es por empatía. Imagínese que su trabajo fuera abrir bolsas para buscar materiales que representen un potencial de venta para reciclaje o reutilización.
¿Qué quisiera usted que hicieran las personas que se encargan de llenar estas bolsas para que su trabajo no fuera tan difícil? Si fuera mi caso, quisiera que en una bolsa echaran las cáscaras de huevo, las espinas de pescado, la leche que se cortó y el queso que se dañó. A esa ni me acercaría. También quisiera que el contendedor plástico, la caja de cartón y la botella de vidrio que separó no estuvieran untados de huevo, pescado, leche cortada o queso rancio. En el peor de los casos, si estuvieran húmedos, que fuera por el agua de la lavada exprés que les dio quien los desechó.
Cada vez más los municipios se dan cuenta de que es insostenible cubrir los altos costos que representan algunos hábitos de sus ciudadanos. Separar materiales reciclables al final de la línea (es decir, en los rellenos) es difícil y costoso. La tendencia mundial es que estas actividades y sus costos se trasladen a los ciudadanos y a los productores. Aunque hoy no hay una imposición fuerte de obligaciones de separación en la fuente en Colombia, lo esperado es que venga en un futuro no muy lejano.
Mi recomendación es empezar a crear el hábito ahora que no hay grandes multas ni un fuerte señalamiento social, para que una vez lleguen, el impacto no sea tanto. Una buena manera de hacerlo bien es poniéndose en los zapatos de quienes están “aguas abajo” y confiando en su conocimiento. Estoy seguro de que estos esfuerzos no pasarán desapercibidos.
¡Parada!
Confieso haber considerado arrojarme del bus o dejarme llevar hasta que otro gritara. Pero fui mejorando. Dominar esa rutina fue una de las aventuras que me llevaron a amar esa ciudad.
Cada vez que me encuentro con alguno aburrido con la vida le aconsejo que se marche y se reinvente en otro lado. Ser otro en otro lado fue mi mantra salvador hace treinta años, cuando la ciudad de la enferma verraquera me tenía ya sin fuerzas y sin ganas de seguir respirando. El aspirante a suicida podrá argumentar que el esfuerzo de marcharse no se justifica; pero, si aún conserva alguna chispa de entusiasmo, entenderá que entre la nada y la aventura es preferible la segunda. Con el cambio de escenario la sensación de acorralamiento suele disiparse y uno descubre que el mundo es más variado e interesante que lo que su pueblecito agobiante podía mostrarle.
Así llegué a la ciudad de los crepúsculos, un lugar que recordaba con cariño porque allí conocí el mar y el amar, donde el sueño de escribir –el último que me quedaba– me parecía menos imposible. Cada vez que se abandona un lugar donde vivimos mucho tiempo nos vemos obligados a rehacernos, a aprender cosas sencillas y complejas, como un niño que aprende a hablar o caminar.
De aquellos primeros días en la ciudad de los crepúsculos recuerdo sobre todo mis nuevas relaciones con el aire. Era como haber llegado a otro planeta. La luz y los sonidos viajaban de manera diferente en el calor y la humedad. El trato de la gente era cercano, juguetón, musical: cambiar del “vos” al “tú” fue liberador. Era como si por fin sintiera una materialidad, una sustancia, que había estado atrofiada.
Será difícil que lo entiendan quienes no lo hayan vivido, pero una de las cosas más difíciles de aquella vida nueva era tener que gritar “¡Parada!”. En la ciudad que había dejado, cuando uno viajaba en bus tocaba el timbre y se bajaba sin modular palabra. Pero en la ciudad de los crepúsculos había que usar el antiquísimo y efectivo don del habla.
Al principio trataba de moverme hasta la puerta de adelante para comunicarle al conductor, más con gestos que palabras, mis serias intenciones de bajarme. Pero no siempre era posible. Los pasillos eran a veces intransitables y, para colmo, había que imponerse sobre las conversaciones animadas. Confieso haber considerado arrojarme del bus en marcha o dejarme llevar hasta que otro gritara. Pero, con el tiempo, fui mejorando. Dominar esa rutina fue una de las aventuras que me llevaron a amar esa ciudad. Era hermoso ser parte de una comunidad donde todos tenían voz y no solo era bien visto sino que era una norma gritar en la calle.
Siempre he creído que la gente de la Costa es más feliz y más sana. Gritar parada es una afirmación vigorosa y saludable de autonomía, es un ejercicio cotidiano de respeto y civilidad. Ignoro si en la ciudad de los crepúsculos la gente sigue gritando parada; hace veinte años me marché para inventarme en otro lado. También ignoro las relaciones de esa práctica con otros modos de participación ciudadana. Pero algo me dice que en el país de los colombios no habría tantos defendiendo al que los clava, si la gente hiciera más uso de su derecho a gritar “¡Parada!”.
La naturaleza inventó la muerte…
El arte nos lleva a ver la realidad de una manera diferente, creativa, a veces chocante y conmovedora. Tiene una profunda cercanía con la vida y con la muerte.
En la edición 704 de Vivir en El Poblado aparece en portada una fotografía, Presagio, de Tom Griggs, donde vemos a un ser humano del que no se puede percibir claramente si está vivo, muerto o en proceso de expirar. La atmósfera es íntima, silente y misteriosa. Los objetos del cuarto revelan algunas cosas. Pero esas interpretaciones no son mi objetivo: solo quiero observar desde afuera y siguiendo el método de observación de Goethe dejar que la imagen me hable y asumir una postura de “indiferencia casi divina”, a la hora de contemplarla. La imagen me movió en el interior y me generó las preguntas que ya planteé y otras sobre la naturaleza humana y su finitud.
En la redacción de Vivir en El Poblado y en los círculos afines al periódico han circulado comentarios de todo orden alrededor de esta fotografía. Cito algunos: “Esta imagen me genera miedo”. “El arte debe ser alegre y colorido y esta imagen es oscura y triste”. “Qué imagen tan conmovedora e íntima”. “Esto no es arte”. “¿Por qué no elegir imágenes juveniles y frescas para llamar la atención del público joven?”. “Con esa portada uno no es capaz de abrir el periódico”. “Qué cercanía tan bella con la muerte”. “Qué fotografía tan extraña”. La imagen movió, sacudió, conmovió, y creo, sin ser crítico de arte, que esa es una de las tareas del mismo.
Las artes surgieron en la historia de la humanidad para revelar una serie de secretos de la naturaleza y de la vida que sin ellas no hubiera sido posible. R. Steiner nos regala una linda imagen sobre el papel del arte frente a la ciencia: imaginemos dos muchachas perdidas en un desierto de blanca nieve. Una de ellas contempla emocionada el paisaje y es premiada con la experiencia espiritual de poder ofrecer a la humanidad, las artes. La otra casi muere de frío durante la helada noche y solo se queja.
Esta última es el conocimiento intelectual humano, que solo se mantiene vivo gracias al calor y la acción protectora de su hermana arte. El arte nos invita a encontrar nuevos caminos, nos lleva a ver la realidad de una manera diferente, creativa, a veces chocante y conmovedora. Tiene una profunda cercanía con la vida y con la muerte; nacimiento y muerte son parte de la vida y se tocan de manera sorprendente. Y ante estos dos polos nos conmovemos, nos alegramos o nos entristecemos. Y estas reflexiones son posibles en todos los públicos y todas las edades.
“La naturaleza inventó la muerte para que haya nueva vida”, afirmó Goethe. Una de los aspectos distintivos de este maravilloso periódico es que el arte nos asalta de entrada. Arte que huele a tinta fresca, arte que hace preguntas y ofrece respuestas; arte que indaga, que sorprende, que renueva. “El arte es la manifestación de lo espiritual encarnado en el mundo”. Mientras escribo estas líneas me asalta un poema de Carolina Bustos: “Indaguen en mi pecho/Escuchen bien adentro/hallarán el eco marino/Ausculten mi pálpito/encontrarán/música, acordes de fado…”
1 En la Antología: Polifonías dispersas. Univ. Externado de Colombia. Bogotá. 2018.
Entradas y salidas selváticas
Perfectamente puede haber un grupo guerrillero ahí escondido y no nos hemos dado cuenta. O quizás una tribu que no ha hecho contacto con la sociedad…
Uno se imagina que Medellín, siendo una ciudad que está intentando sentirse tan orgullosa de su presente, que está buscando un nuevo posicionamiento nacional e internacional como destino turístico para nacionales y extranjeros, estaría mucho mejor preparada para algo tan obvio.
Y tan sencillo. Y tan visible. Y tan impactante.
Pero no. Aquí decidimos que cuidar las entradas y las salidas por carretera no es importante. Aceptamos que la estética es secundaria, quizá algo demasiado soft para una ciudad con tantos desafíos.
Baje usted, habitante o turista, del aeropuerto hacia El Poblado. Tome la empinada pendiente que lo llevará a Los Balsos. Podrá apreciar a ambos lados de la vía la naturaleza en todo su esplendor. Los altos pastos y esbeltas cañabravas prácticamente saltando a las aceras y al pavimento.
La imagen que queda en la mente no es la de naturaleza tropical exuberante, es simplemente de desgreño administrativo.
Perfectamente puede haber un grupo guerrillero ahí escondido y no nos hemos dado cuenta. O quizás una tribu que no ha hecho contacto con la sociedad…
Siga usted por cualquiera de las lomas y verá lo mismo. Asómese desde El Tesoro y verá lo mismo: lotes privados o públicos a los que no se exige el más mínimo cuidado. Vegetación al máximo, alambrados oxidados y en pésimo estado, invasión de las vías. Lotes cuyo valor seguramente engorda año a año, pero que son una carga y un adefesio para la ciudad. Y que mantienen el mito de que aquí se puede hacer cualquier cosa. Que de vez en cuando -como con las emisiones vehiculares- aumentan los controles, pero el enfoque dura unas pocas semanas. Tranquilos, no se estresen, aquí nos cansamos o nos distraemos rápido, en especial si se trata de asuntos ambientales.
Una especie de déficit de atención colectivo con fugaces señales de hiperactividad.
Queda claro entonces que el dueño del lote no va a hacer nada. Bueno, tal vez muchos de esos lotes ni siquiera tengan dueño, o están en litigio o sucesión o extinción de dominio. ¿Y entonces? ¿Todos quietos?
Enviar unas cuadrillas de limpieza a los lotes que bordean las vías principales, en especial si son de acceso a la ciudad, debería ser una actividad permanente. Es posible que ese costo, que es realmente muy bajo, se traslade al dueño si se logra conectarlo con el impuesto predial.
Y no estamos aspirando a pulcros jardines, por ahora no da para tanto la ambición. Podemos conformarnos con podar y desmalezar cada tres meses.
¿Que no existen los mecanismos legales? Si así fuera, que el alcalde los implemente o que los concejales asuman el liderazgo que tantas veces se les reclama. O entonces, las Juntas administradoras locales. Organismos es lo que hay…
¿Que sería muy complicado hacer este trabajo en toda la ciudad, que la Ley no permite ampliar las plantillas de personal? Bueno, entonces concentrémonos en las vías principales de acceso y de salida.
¡Aunque sea para que el contraste entre nuestro tan cacareado -y quizá ya obsoleto- título de Ciudad de la Eterna Primavera sea un poco menos pronunciado!
La flor de la marimba
Los códigos de honor y venganza que regulaban las relaciones sociales, en reemplazo del Estado ausente, fueron pulverizados por la bonanza del cultivo y la exportación de la yerba.
Cuenta la leyenda que el florero de Llorente para la conformación de las Farc, fue un robo de cerdos y gallinas que el mismísimo Tirofijo, antes de serlo, criaba en su parcela de la vereda Ceilán (Huila), en los tempranos cincuenta del siglo pasado.
Verdad o mentira, lo cierto es que no es el único caso en el que los animales de granja han desempeñado papel protagónico en puntos de quiebre del país.
En Pájaros de verano, largometraje de Ciro Guerra y Cristina Gallego: un poema, en lenguas wayuunaiki y español, sobre la génesis de la violencia narco que nos catapultó al mundo en la década del noventa, fueron treinta cabras, veinte vacas y dos mulas exigidas como dote a Rapayet –de la familia Abuchaibe-, por Úrsula -la matriarca de los Pushaina-, para entregarle a su hija Zaida, el florero de Llorente para la aparición del gangsterismo guajiro (y colombiano, si lo sabremos y lo sufrimos en Medellín).
El poema –la belleza del filme sobrevive a la violencia que hace ciertas concesiones al western comercial, sin restarle, por fortuna, majestuosidad a la narración- está dividido en cinco cantos que condensan, en 125 minutos, la transformación que sufrió La Guajira entre 1968 y 1982: desde el comienzo enraizado en las costumbres milenarias de los wayúus, hasta la pérdida final de sus valores ancestrales.
Los códigos de honor y venganza que regulaban las relaciones sociales, en reemplazo del Estado ausente -el plato más típico en tantas regiones de Colombia, adobado esta vez por gringos inconscientes, policías corruptos y paisas sin agüeros, alijunas unos y otros-, fueron pulverizados por la bonanza del cultivo y la exportación de la yerba.
La flor de la marimba arrasó con todo y todos, recuerda este relato cronológico de “gángsters y espíritus” -al decir de Guerra y Gallego-, en el que los primeros ganan la partida a los segundos. Y la etnia se descompone.
Los directores vuelven a demostrar full color –recordar que El abrazo de la serpiente es en blanco y negro-, que hasta para relatar la violencia la belleza existe: las mantas guajiras que mueve la brisa del mar, la arena infinita que confunde los límites del desierto y la playa, la expresión inexpresiva de los rostros, la conversación escasa, los pájaros de verano…
“Pájaros de verano nos pareció un filme muy bello, que hablaba de una manera muy diferente de temas conocidos y reconocidos en el cine policiaco: los clanes, el tráfico y la venganza… La puesta en escena nos llenó el espíritu”, manifestó Édouard Waintrop, seleccionador de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, luego de que la película fuera escogida para abrir el evento hace dos meses. (Logró aclamación de crítica y público).
Y, seguro, va a ser tenida en cuenta para los próximos Óscar; si yo fuera de la Academia la nominaría de una. (Sobresaliente el trabajo de esta pareja de cineastas).
Mientras, con o sin estatuilla, cuidadito se la pierden.
ETCÉTERA: ¿Será que hay gente que no entiende qué es ir a cine? Me refiero a gente adulta. Señoras y señores que hacen costurero durante la película. Qué tal. Si quieren socializar, quédense afuera. ¡Maleducados!
Educar es el mejor acto de amor de Myriam
Myriam Montes lleva 31 años al frente del colegio Montessori y dice que la clave está en su devoción por tocar corazones. Su nuevo reto, la inminente apertura de la sede en el Oriente.
Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
Myriam Montes llegó al colegio Montessori para ser directora académica cuando apenas sobrepasaban los 200 estudiantes, y a tan solo tres meses fue nombrada rectora, una experiencia que aún con el tiempo transcurrido le sigue pareciendo apasionante con los retos que le plantea el día a día.En los 31 años que tiene en el cargo, han sido tantos los momentos significativos que ha vivido en el Montessori, que para ella es difícil elegir uno. Se le viene de primero a la mente la composición del himno del colegio, en 1991, para lo cual contó con la ayuda de la rectora en esa época del San José de Las Vegas, Mary Luz González -fallecida en 2003-.
Licenciada en educación de la U. de A., madre de Luisa Fernanda, Carmela y Janet, no hay un día, dice, en que no se levante con ánimos de hacer cosas nuevas en el colegio que ha liderado por el camino de ser uno de los mejores -puesto 15 en el país y el primero de Antioquia, según Sapiens Research, y primer puesto en las más recientes pruebas Saber, del primer semestre de 2017-.
Extraña, y mucho, su etapa como docente. Le ocurre cuando entra a un aula y recuerda por qué se formó como educadora, una labor “posibilitadora”, dice, que genera cambios sociales.
Para Myriam, la educación es un acto de amor que implica la humanización de la persona; de allí que aunque provenía de la vida universitaria, en el colegio es donde pudo expresar su deseo de soportar las bases formativas en un contexto humano, cimentado en valores que marcan la diferencia en el actuar de un individuo.
Cree que en la actualidad a niños y jóvenes hay que educarlos para que tengan mayor resiliencia, que afronten sus miedos con sus “las fortalezas internas”. Todo parte desde el corazón de la familia, dice.
“Niños y jóvenes hoy siguen necesitando del acompañamiento de docentes y parientes, siempre con una claridad formativa y normativa para que ejerzan sus libertades con responsabilidad”.
Hoy está al frente de un proyecto histórico: la apertura de la sede en Oriente. Hace dos semanas iniciaron con 70 alumnos en cinco grupos de preescolar. Las clases las dictan en aulas provisionales mientras la edificación quedará lista para noviembre.
Es una fortuna, dice, tener la oportunidad de dar este paso tan importante, uno más de los muchos que quiere seguir forjando hasta que su etapa concluya. Algo para lo que, cierra, aún no tiene fecha.
Septiembre divertido y multicolor
Inicia un mes especial, la oportunidad de salir a las calles a consumir cultura y entretenimiento, la ocasión para convertir la calidad de vida en prioridad.
Como ciudadano hay que saberse regalar momentos de cambio de entorno, de compañías, de rutina, de chip. Lo vivido el sábado 25 de agosto es uno de esos cariñitos a los que el público en buen número le dio el sí: un concierto de la Orquesta Filarmónica de Medellín en un escenario tan encantador como inusual. Primero sonó la obertura Donna Diana, de Emil Von Reznicek, y siguió La Chapolera, de Juan David Osorio, nada menos que en la iglesia de El Perpetuo Socorro.
No había que ser experto en sinfonías como la No. 95 en Do menor, de Haydn. Solo era dejar la zona de confort, moverse unas calles y prestarse a gozar la caída de la tarde en un Sábado Perpetuo, como denomina Comfama una de sus actividades vinculadas a la movida urbana, cultural y comercial que se desata en el Distrito Creativo del entorno de Palacé y el Hospital General.
La cultura y la recreación no son prioridad y solo marcan preferencias en el 10% de la población, mientras 34% de los encuestados dijo no haber asistido a ninguna actividad el año pasado.
Un evento similar se vivirá con la misma Orquesta Filarmónica, también en la iglesia este viernes 31 a las 5 p.m. con entrada gratuita, y marcará el inicio de un septiembre especial para Medellín, por divertido. Nada de septiembres negros, este será multicolor con la celebración de los 40 años del Mamm, en fiesta de música, cine, arte, picnic, libros, desde el viernes y hasta el domingo, o el Concierto de aniversario del Teatro Metropolitano, el martes 18, que integrará la Sinfónica de Houston y la Filarmónica de Medellín con la violinista ganadora de dos Grammy, Hilary Hahn, y la dirección de Andrés Orozco.
Y hay más planes este mes: el cierre de la Semana de la Juventud, la Fiesta del Libro y la Cultura; eventos de postres, quesos y vinos; el Origen Fest en el canal parque de Telemedellín, o el Breakfest para cerrar septiembre.
Medellín no sale a las calles a consumir eventos, lo dicen los mismos ciudadanos y lo registra la encuesta de Medellín Cómo Vamos. La cultura y la recreación no son prioridad y solo marcan preferencias en el 10% de la población, mientras 34% de los encuestados dijo no haber asistido a ninguna actividad el año pasado (entre las edades de 18 a 25, el 24% no se suma a planes culturales).
Entonces es septiembre, también con eventos gratuitos, la gran ocasión para romper encierros y rutinas, para encontrarse con otras personas, compartir la ciudad e inspirarse con el talento de los demás. Salir de la zona conocida y consumir cultura y entretenimiento: es por calidad de vida y convivencia.
#tbt El rugby femenino en El Poblado en 1997
Societé General, Des Fillers y Anguilas fueron los nombres de los primeros equipos femeninos de rugby en la ciudad. Hacia 1995, novias, hermanas y amigas de los jugadores de un deporte que apenas despegaba en Medellín, se aburrieron en la tribuna y decidieron organizarse y entrar al campo. Así lo registró Vivir en El Poblado en septiembre de 1997.