Noches largas y días penosos

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  El insomnio se caracteriza por dificultad para conciliar el sueño, dificultad para permanecer dormido y despertarse muy temprano en la mañana. Puede causar fatiga diurna, irritabilidad y pobre desempeño en las actividades diarias. El insomnio puede ser primario o secundario. El primario hace referencia a la inhabilidad para dormir que no es causada por otros problemas de salud. El segundo es el que está relacionado con otras enfermedades.

El insomnio, normalmente es temporal, está clasificado según su duración: transitorio, por unos pocos días; de corta duración, padecido por no más de tres semanas; y crónico, cuando se presenta al menos tres noches a la semana por un mes o más.

Causas del insomnio transitorio o de corta duración
Una reacción por un evento importante o por estrés es la causa más común de estas formas de insomnio. A veces los especialistas llaman a esto problemas por desajuste del sueño. El detonante puede deberse a hechos traumáticos como una enfermedad aguda, dolor, una cirugía, la muerte de un ser querido, pérdida del empleo, etcétera.

El insomnio transitorio también puede aparecer por asuntos triviales como cambios extremos de clima, un examen, un viaje o problemas laborales.

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En la mayoría de los casos el ciclo del sueño vuelve a su ritmo normal cuando el problema se resuelve o la persona se acostumbra o se resigna a su nueva situación. Es necesario tratamiento si la falta de sueño interfiere con la vida diaria o si persiste por varias semanas.

Hay que anotar que la respuesta al estrés es individual, así que lo que para unos es causa de insomnio, a otros no les quita el sueño.

Fluctuaciones hormonales femeninas
Las variaciones hormonales tienen un rol preponderante en el insomnio femenino durante toda la vida. En la mayoría de los casos, este tipo de insomnio es temporal.

Durante la menstruación: la progesterona ayuda al sueño y los niveles de esta hormona caen durante la menstruación, lo que puede significar insomnio. Al contrario, durante la ovulación, algunas mujeres pueden sentir más sueño de lo usual.

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Durante el embarazo: los efectos de los cambios en los niveles de progesterona se sienten principalmente en el primer y tercer trimestre del embarazo, cuando más se alteran los patrones normales de sueño.

Menopausia: el insomnio puede ser un problema serio en las primeras fases de la menopausia cuando las fluctuaciones hormonales son intensas. También la forma cómo cada mujer pase por este período de su vida influye en la alteración del sueño, aunque de forma temporal. El insomnio crónico en las mujeres mayores de 50 años casi siempre se debe a problemas que no tienen relación con el género.

Factores ambientales
Según estudios aceptados por la comunidad médica, el 20% de los adultos que padecen insomnio le echan la culpa de su problema a la luz, el ruido o la temperatura.

Exceso nocturno de luz: es bien sabido que el reloj biológico responde al estímulo lumínico solar en las mañanas y que de la misma manera una luz brillante en la noche (para algunos no tiene que ser brillante) prolonga la vigilia.

Poca luz en el día: como en el caso de personas enfermas que no ven la luz del día, esta es a veces la causa de las alteraciones del sueño.

Otras causas ambientales son:
Cafeína: estimulante presente no solo en el café y que le espanta el sueño a mucha gente.

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Nicotina: tanto fumar como dejar de hacerlo puede producir insomnio. Aquellos que pueden dormir bien cuando están dejando el vicio de fumar tienen más probabilidades de éxito que aquellos que no duermen bien.
Hábitos de sueño de la pareja: un estudio publicado en 1999 indicó que el 17% de las mujeres y el 5% de los hombres denunciaron que los hábitos de sueño de sus parejas afectaron los suyos.

Medicamentos: el insomnio es un efecto secundario conocido de varios medicamentos comunes, incluidos muchos de venta libre que contienen cafeína

 
 
Buenos hábitos
•Definir y cumplir con una hora regularizada para acostarse y para levantarse, aun los fines de semana o en vacaciones.
•Usar la cama para dormir o hacer el amor únicamente, no para leer, ver televisión o trabajar. Pasar mucho tiempo en la cama altera el sueño.
•No hacer siestas en la tarde.
•Hacer ejercicio antes de la comida pues hay un punto bajo de energía pocas horas después de la actividad física vigorosa, que así coincidiría con la hora de acostarse. El ejercicio antes de irse a la cama produce el efecto contrario.
•Tomar un baño caliente hora y media o dos horas antes de acostarse pues esto ayuda a dormir más fácilmente.
•Hacer algo relajante durante la media hora anterior a irse a la cama, como leer o meditar.
•No obsesionarse con el reloj, pues eso hace más difícil conciliar el sueño.
•Si una preocupación específica es la causa del insomnio, pensar en ese problema en términos de imágenes y no de palabras puede ayudar a dormir y a despertar al otro día con menos ansiedad.
 
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