La economía de la bicicleta

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Una inversión para mejorar la calidad de vida de las ciudades, teniendo en cuenta que en 2030 el 70 % de las personas vivirán en ellas


Plaza Mayor. El 4to Foro Mundial de la Bicicleta se realizó por primera vez fuera de Brasil

Una inversión para mejorar la calidad de vida de las ciudades, teniendo en cuenta que en 2030 el 70 % de las personas vivirán en ellas

Al salir de Plaza Mayor, en donde se realizaba el 4to Foro Mundial de la Bicicleta, filas de carros bloqueaban, como es costumbre, las calles de la ciudad. “Me va a tocar volar por los aires”, dijo un taxista, cuando se percató del embotellamiento sobre la Avenida Regional. En ese contexto se enteró del evento. “Pero ¿eso es por comercio? Demás que van a abrir mercado. Andar en una bicicleta sin motor ¿cómo van a hacer para maniobrar”, expresó riéndose. “¿Vienen a dar las indicaciones de lo que van a hacer o qué? Y con el tema de esa cicla, ¿en dónde van a poner las vías?, y ¿cómo van a hacer las señoras para ir a la oficina con un vestido elegante y llegar todas sudadas?”, preguntó. Estas son algunas inquietudes que podría tener cualquier ciudadano que no se imagina un sistema de bicicletas en Medellín. De ahí que la educación vial, la promoción de la bicicleta, y romper los paradigmas, son componentes fundamentales para quienes les interesa el tema. Pero desde los ámbitos que se puede mirar la bicicleta (salud, cultura, diseño, técnica, medio ambiente, activismo, transporte), el económico indudablemente es cuestionado. Prueba de ello es la primera duda del taxista.

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“Las ciudades con más bicicletas son más seguras”

La economía de la bicicleta. Así se denominó una de las discusiones centrales de este foro, en donde 7.000 ciudadanos y 200 conferencistas de Colombia y otros lugares del mundo se encontraron para hablar de la bicicleta y de la movilidad sostenible en general, como una apuesta global para mejorar la calidad de vida de las ciudades, teniendo en cuenta que en 2030 el 70 por ciento de las personas vivirán en ellas. Horacio Terraza, coordinador de Ciudades Emergentes y Sostenibles del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) expuso un diagnóstico de América Latina y los análisis que el BID realizó en 40 ciudades para dar solución a los problemas de la región. Según su informe, vivimos en la región más urbanizada del planeta, con el 80 por ciento de urbanización, que alcanzará el 82 por ciento en 2025. Algunas ciudades, como Sao Paulo, están creciendo por encima de la media de sus países y están afectadas por el cambio climático. El 82 por ciento de la región está en zonas inundables y se prevé para 2050, al menos, un costo de 100 mil billones de dólares por año para esto. Pero la inseguridad y la movilidad son las principales preocupaciones de las ciudades. Estas se siguen diseñando para los carros, el parque automotor es cada vez más alto y esto significa un incremento importante en la economía. “Esto tenemos que detenerlo porque nuestras ciudades no soportan más. Debemos cambiar el patrón y encontrar un balance entre el carro, el transporte público, la bicicleta y los peatones. La mayoría de las ciudades de América Latina no tienen más que el 30 por ciento de espacio público y la gente gasta hasta el 30 por ciento de su salario en llegar al trabajo”, afirmó Terraza. Por eso, entre las estrategias están la democratización del espacio público, infraestructura y seguridad. El 2014 fue el año record de viajes en transporte público en Estados Unidos y esto los hace pensar que hay posibles soluciones. En Colombia, el transporte que más se usa es el bus, puesto que más del 80 por ciento de la población no tiene carro. Xavier Corominas, otro de los invitados, fue activista, alcalde de Salt, en España (1991-1999) y hace poco realizó un viaje en bicicleta, por tramos, desde España hasta Japón, en donde descubrió que para montar en bicicleta no hay obstáculos topográficos, climáticos, ni de edad. Para él, la bicicleta tiene un valor que no mide el mercado y tiene otras características que benefician al planeta y a la personas. “El Producto Interno Bruto de un país aumenta con la contaminación y los trancones mientras que puede disminuir con el uso de la bicicleta. Pero un índice que el PIB no calcula es el de la felicidad humana. Las estadísticas muestran que las ciudades con más bicicletas son más seguras, entonces pueden invertir el dinero en otras cosas y no en policías, hay menos médicos porque hay menos enfermos y sirven como inversión contra el cambio climático”, aseguró. Por otro lado, la bicicleta dentro del mercado tradicional suma como producto, industria, comercio, puntos de venta, talleres y genera empleo. Algunas ciudades la utilizan para carga, restaurantes, domicilios, mensajería y oficinas.


Horacio Terraza, Daiana Hissa y Xavier Corominas

Por su parte, Jannet Sadik, ex comisionaria de transporte de Nueva York, expresó: “Invertir en bicicletas es la mejor inversión que puede hacer una ciudad”. Dice que el espacio público y las ciclorutas son una estrategia de desarrollo económico porque la gente se mueve y compra. Además genera otros beneficios como cambiar el statu quo.

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“La mayoría de las ciudades no tienen más que el 30 % de espacio público y la gente gasta hasta el 30 % del salario en llegar al trabajo”

Tener conciencia del calentamiento global y de que el transporte motorizado es uno de sus grandes contribuyentes, es un motivo suficiente para andar en bicicleta, además de lo bien que hace al cuerpo y a la mente, asegura Daiana Hissa, Ministra de Medio Ambiente de la provincia de San Luis, en Argentina. Con esa idea, el ministerio creó en 2013 el Plan de la Bicicleta Tubi, con el que se ha logrado que el 10 por ciento de la población tenga una bicicleta para ir al colegio, a la universidad o al trabajo. En 2014 entregaron 14.422 bicicletas y 150 km de ciclorutas. En 2015 esperan entregar 20 mil bicicletas y 60 km más.

Este y otros ejemplos mundiales hicieron parte del gran debate que se vivió en Medellín, como los casos exitosos de políticas públicas en Dinamarca, Holanda, Alemania, Estados Unidos y en Brasil, único en Latinoamérica desde 2004; los esfuerzos de Chile y Kazajistán; el activismo de Brasil y Rusia; y la ciclovía de Bogotá. En la capital colombiana el 6 por ciento de la población usa bicicleta gracias a la implementación de ciclorutas.

Ahora el debate está en cómo distribuir el espacio público, y esto, manifestó el ex alcalde Enrique Peñalosa, no es una decisión técnica, sino una decisión política. {joomplucat:296 limit=50|columns=3}

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