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Infertilidad de origen desconocido

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Infertilidad de origen desconocido
La inseminación artificial es uno de los caminos más elegibles para las parejas que no encuentran una razón clara para no poder concebir, aun cuando todo en ellos parece estar bien.

Entre un 10 y un 15 por ciento de las parejas que quieren concebir un bebé y no lo consiguen, no cuentan con un diagnóstico que les diga exactamente la causa. Esta condición se conoce como infertilidad de origen desconocido y en la mayoría de los casos crea una marcada sensación de frustración. La buena noticia en estos casos es que aunque no se tenga un diagnóstico claro, existen opciones de tratamiento que permiten cumplir el sueño de ser padres. Para entender mucho mejor esta dificultad para obtener un embarazo, se tiene en cuenta que una pareja sana que decida obtener el milagro de la vida tiene por mes un 15 por ciento de probabilidades de éxito. De esta cifra, el 90 por ciento logrará un embarazo en los próximos doce meses. La mayoría de las consultas que determinan que una pareja tiene una infertilidad de origen desconocido se dan luego de que pasan entre uno y tres años sin que se logre la concepción. De inmediato, la recomendación es asistir a una consulta especializada, en donde se planeará un tratamiento con inseminación artificial o fertilización in vitro para conectar esos óvulos y espermatozoides que, aunque se supone están sanos según los análisis, no están permitiendo un embarazo. En muchos casos, en medio de estos tratamientos se encuentran las causas que les impiden a ambos tener un bebé, con la posibilidad de continuar el proceso o tomar una decisión acerca del mejor camino para ser padres.

Romper las barreras de la infertilidad es posible, visitando CONCEVIDAS.

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