El Inventario Forestal Nacional ya cuenta con su primera base

Un convenio del IDEAM y la FAO hizo posible la ejecución del proyecto, que recogió la información en la zona Andina y Caribe del país, del 2021 al 2023.

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Colombia es un país megadiverso: nuestra riqueza en fauna y flora es tal, que de 10 especies que existen en el planeta, por lo menos una habita dentro de nuestras fronteras, de acuerdo con el SiB Colombia, la red nacional de datos abiertos sobre biodiversidad. 

El conocimiento exacto de cuáles son las especies con las que cohabitamos el territorio es posible gracias a inventarios; su utilidad determina una herramienta para la creación de políticas públicas de conservación, y para el aprovechamiento de estos recursos. Uno de esos inventarios, el Inventario Forestal Nacional, IFN, finalizó en el mes de octubre el levantamiento de los datos base para la región Andina y Caribe.

En el Jardín Botánico de Medellín, el pasado 25 de octubre, se dio a conocer la primera etapa de recopilación del IFN. Se informó del levantamiento de datos en 297 conglomerados, 242 en la región Andina y 55 en la Caribe. Los conglomerados son las delimitaciones del bosque en donde se realizan las mediciones de árboles y se toman las muestras botánicas. El trabajo de campo fue posible gracias a las brigadas, encargadas de ir a los territorios, donde contaron con la participación de 1.053 coinvestigadores, es decir, miembros de las comunidades que sirvieron de guías.

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Fueron los conglomerados en el departamento de Antioquia. 34 en la región Andina y 14 en la Caribe, la mayor cantidad en ambas zonas.
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Un proyecto de largo aliento El IFN venía gestándose desde el 2007; sin embargo, para la ejecución del proyecto era necesaria la creación de una operación logística, así como de los parámetros de recolección y categorías para el análisis, trabajos que empezaron en el 2015. En esa etapa de preproducción jugó un papel importante el DANE, quien brindó sus conocimientos y experiencia. La puesta en marcha también se retrasó por vericuetos presupuestales y la pandemia, hasta finales del 2021, cuando arrancó. El proyecto fue posible por un convenio entre el IDEAM, Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, y la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, con la colaboración de la academia, e institutos afines.

El IFN no es solo un inventario, o al menos la concepción de inventario que podamos tener. Está definido en el Decreto No.1655 de 2017 como una operación estadística que mediante una serie de procesos recopila, analiza y difunde datos cuantitativos y cualitativos que permiten conocer el estado actual y la composición de los bosques del país, a la par que sus cambios en el tiempo. Es, por lo tanto, una herramienta que permite conocer las particularidades y dinámicas del 52,1 % de la superficie del país, compuesta de bosques naturales.

¿Para qué sirve un Inventario Forestal Nacional? Respecto a la importancia del proyecto, Jorge Pérez, director del Herbario Gabriel Gutiérrez Villegas, de la Universidad Nacional sede Medellín, una de las entidades que trabaja en el IFN, apunta: “Estos datos permiten revisar, actualizar las listas de plantas en estado de amenaza, que es un punto extremadamente interesante para tomar decisiones sobre regiones geográficas o puntos que son claves para la conservación de la biodiversidad. También podríamos hacer análisis de cómo está cambiando la vegetación en el tiempo”.

Si bien en el país hay 1.924 conglomerados, para el levantamiento base se trabajó en los 297 de la región Andina y Caribe, de donde salieron cerca de 8.000 muestras botánicas. Estas muestras ya están en proceso de análisis, para lo que se tomarán cerca de un año. A la línea base le seguirán más levantamientos en ciclos quinquenales con recopilaciones anuales, realizando nuevas mediciones para ir obteniendo otro 20 % de información.

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La distribución y el acceso a la información del primer ciclo será pública, aunque en algunos casos con reserva debido a la discreción pedida por muchas de las comunidades que habitan los bosques naturales (en el 47% viven comunidades indígenas, de acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible). Claudia Olarte, encargada del proyecto del parte del IDEAM, apunta que el IFN, por su amplitud e interdisciplinaridad “es un ejercicio de país”.

El camino hasta el Inventario Forestal Nacional

Acaso la experiencia que guarde más similitud con el IFN, enfatizando en que esta se enfocó en la flora natural, sea la Real Expedición Botánica del Reino de Granda, liderada por José Celestino Mutis. De aquella experiencia, a inicios del siglo XIX, en el país se retoma la idea de un inventario forestal nacional con la expedición de Ley 119 de 1919, que ordena la creación de una Comisión Forestal para la clasificación de los bosques nacionales.

No obstante, fue en 1959 con la Ley 2 del mismo año, que una expedición zonificó al país en siete grandes zonas de reserva forestal y ordenó la elaboración de planes de ordenación para las mismas. Otro hito que fue reforzando las políticas y acciones ambientales fue la creación en 1968 del Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente, que se transforma en 1993 en el Ministerio de Ambiente.

­­Con el cambio de siglo, el Ministerio de Ambiente junto al de Agricultura aprueban en Plan Nacional de Desarrollo Forestal. Para su funcionamiento incorporan el Inventario Forestal Nacional y otros regionales regional, delegando su responsabilidad al IDEAM, institutos afines y las corporaciones autónomas regionales, CAR. Este plan, que ha venido nutriéndose de alianzas con organismos como la FAO, ofrece una visión de la gestión forestal hasta el 2025.

Cabe resaltar que Colombia realizó inventarios forestales amparados en el decreto 1791 de 1996. Sin embargo, en el desarrollo de estos se usaron metodologías o herramientas que a largo plazo no permitieron el aprovechamiento de la información.

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El IFN actual inicia su proceso en el 2007, consultando a las CAR, organizaciones ambientales como el Instituto Humboldt y la academia para definir el proyecto. Luego se incluye al DANE para el diseño conceptual y metodológico y se realizan tres pruebas piloto en campo para afinar la metodología. En el 2015 se retoma el proyecto, para consolidar la ejecución en campo de este del 2021 hasta el presente año.

Red de Inventarios Forestales Nacionales en Latinoamérica y el Caribe

Los inventarios forestales nacionales tienen sus inicios en los albores del siglo XX en Noruega, y se van desarrollando a lo largo del siglo en Europa y América del Norte. Con ellos, viene la necesidad de armonizar la recolección de datos: las definiciones, estimaciones; la necesidad de estandarizar ciertos procesos para crear un marco que puedan consultar entre sí los países. Así, en 2003 se crea Red Europea de Inventarios Forestales Nacionales y desde el 2015 Canadá, Estados Unidos y México han organizado un grupo de trabajo en monitoreo e inventarios forestales nacionales.

Los países de Latinoamérica vienen desde el 2012 en reuniones para la formación de la Red de Inventarios Forestales Nacionales de América Latina y el Caribe, INF-LAC. Una coordinación importante para la región, teniendo en cuenta que en ella hay 940 millones de hectáreas de bosques. La presidencia de la INF-LAC se rotará cada dos años y en la actualidad México la detenta. Uno de los frutos de la Red es la creación del documento Inventarios Forestales Nacionales de América Latina y el Caribe. Hacia la armonización de la información forestal, de la mano de la FAO, y uno de los insumos de este artículo. 

CONVENIO IDEAM Y FAO 

El convenio entre las dos entidades, ejecutado entre el 15 de diciembre del 2021 hasta el 30 de noviembre del 2023, tuvo un valor de más de 8 mil millones de pesos. De la información recopilada y por analizar de los conglomerados en la región Andina y Caribe para el Inventario Forestal Nacional, se destaca la recolección de 2692 muestras de suelos y 995 detritos, es decir, materia muerta que se encuentra en la superficie del suelo, ramas, tallos, hojas, corteza, hierbas y otro.

Además de este trabajo, se entregaron 5 estaciones y equipos de monitoreo para proveer información meteorológica al IDEAM para la Red del Valle Medio del Magdalena.

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