Cuidado del ciclista, una prioridad para mejorar la calidad del aire en el Aburrá

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Las ciudades a nivel mundial vienen adaptando sus modelos de desarrollo, con el objetivo de ser sostenibles. Han reconocido la planificación del transporte como el eje central de la transformación urbana, el cuidado ambiental del territorio y la protección de la salud de sus habitantes (1). Como hoja de ruta en 2015, los estados miembros de la Organización de Naciones Unidas – ONU acordaron una nueva versión de iniciativas mundiales para mejorar la vida de todas y todos en el planeta, agrupados en diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con una proyección a 2030, entre los que se destacan: garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos y todas, asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos, tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, el desarrollo de infraestructuras resilientes, conseguir que las ciudades sean sostenibles, entre otros(2).

En línea con estos objetivos, los municipios del Valle de Aburrá han ido construyendo políticas públicas que fomentan la reducción de la contaminación del aire y la promoción de la movilidad no motorizada (1), como  el Acuerdo Metropolitano Nro. 17 de 2015, que estableció el Plan Maestro Metropolitano de la Bicicleta 2030, con el objetivo de “desarrollar, fomentar y emplear la bicicleta como medio de transporte, mediante el fortalecimiento político, técnico e institucional, la educación y la promoción de su uso, de manera que atienda adecuadamente la demanda actual y futura”. Este plan tiene potenciales contribuciones en la reducción de la contaminación del aire y el ahorro de consumo de combustibles fósiles, mediante acciones que involucran a las instituciones y los gobiernos locales para generar un cambio perdurable en la vocación de transporte. 

Existen experiencias en diversas partes del mundo que evidencian como cambios pequeños en la vocación del transporte de la ciudad, repercuten en la reducción de contaminantes del aire dada la disminución del tráfico motorizado (3). Estos cambios, generan beneficios directos en la salud de las personas asociados al incremento de la actividad física, la reducción del ruido (4), la disminución de contaminación paisajística y la reducción de costos derivados de la atención sanitaria por mortalidad, enfermedades de alto costo o accidentalidad (5,6). 

Con ciclistas urbanos que sean cuidados y provistos de condiciones de menor exposición, la salud de todos y la economía se verán ampliamente favorecidas

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Implementar estas estrategias implica hacer gestiones, para que más ciudadanos cambien sus hábitos de transporte, y plantea un reto para el cuidado de la salud de los usuarios de bicicleta. Esto, es significativo, en momentos donde los cambios de vocación de transporte de las ciudades son pequeños y lentos, donde aún no ocurren reducciones significativas en el tráfico motorizado, y las emisiones de contaminantes son altas (7,8). Aunque se reconocen los efectos positivos en la salud asociados a la actividad física, es importante tener presente que los ciclistas pueden considerarse como un grupo en riesgo a los impactos en salud asociados a la contaminación del aire, dada la mayor exposición en viajes de larga duración, muy cerca de emisiones directas y al incremento en el ritmo respiratorio, de aproximadamente 2 veces más al que se presenta cuando el cuerpo está en reposo (3).

Lo anteriormente expuesto, tiene relevancia en nuestra ciudad donde suelen presentarse excedencias de los límites recomendados para PM2,5 y PM10 a pesar de algunas estrategias implementadas (ver infografía).

Comparación entre los límites sugeridos por la OMS y los presentados en Colombia.
Comparación entre los límites sugeridos por la OMS y los presentados en Colombia.

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Un argumento adicional a tener en cuenta por parte de los tomadores de decisiones y la comunidad en general, es que los datos arrojados por las estaciones de monitoreo de calidad del aire, dan cuenta en su mayoría de una exposición poblacional, es decir, las magnitudes de las concentraciones de contaminantes a la que todos los habitantes de un área específica o municipio están expuestos. Esta información no refleja la exposición de cada individuo a los distintos contaminantes y en distintos espacios de la ciudad, donde estos pueden concentrarse o donde existe una exposición directa a las emisiones vehiculares, sobre todo, en situaciones de alta concentración de tráfico vehicular, cuando las concentraciones de los contaminantes pueden aumentar alrededor de un 40% respecto a la media del área, además, se ha encontrado que existen diferencias en la exposición según el medio de transporte empleado (12).  

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En los municipios del Valle de Aburrá hay poca evidencia sobre la exposición individual a contaminantes del aire, sin embargo, en ciudades europeas se han estimado exposiciones menores cuando los desplazamientos suceden lejos de vías principales, a través de barrios residenciales o a través de espacios verdes y parques (13), donde se han calculado reducciones de hasta el 17% en la concentración de contaminantes en comparación con la media de zonas específicas (12). En general, el beneficio o riesgo de las y los ciclistas, depende de las condiciones asociadas a su exposición como la concentración de contaminantes, la intensidad del ejercicio, la frecuencia y la duración de los viajes (3,14).

Un estudio realizado en la Universidad de Antioquia en el año 2019, ha logrado evidenciar esta preocupación a nivel local. Al recopilar las percepciones de riesgo en salud de las usuarias y los usuarios de bicicleta como medio de transporte reconocieron el alto riesgo para la salud respiratoria, refirieron sentirse “ahogados por el humo de los carros” particularmente durante periodos de contingencia ambiental, y momentos de alta concentración vehicular e identificaron la necesidad de una ciclo infraestructura más amigable (15). Este estudio se centró en estudiantes universitarios, por lo que aún se desconoce las percepciones de las personas que emplean la bicicleta como medio de trabajo, quienes pueden tener una exposición mucho mayor a los contaminantes del aire y cuyos impactos pueden incluir afectaciones en su bienestar, asociados a los costos en salud, las incapacidades e incluso el riesgo de enfermedades crónicas. 

Garantizar el cuidado de las y los ciclistas, implica disminuir el riesgo de exposición a contaminantes, brindando medidas de protección personal dada una menor inhalación de los mismos, además de  considerar la toma de acciones que prioricen de manera contundente la movilidad de estos usuarios, la reducción del tráfico motorizado y el cumplimiento de las metas del Plan Maestro de la Bicicleta, con el incremento del número de viajes en el territorio en un 10 % para 2030, el establecimiento de vías exclusivas para la movilización en bicicleta, la generación de espacios saludables, la redistribución del uso de los suelos que reduzca la dependencia del uso de vehículos motorizados, y desde luego, el fortalecimiento de servicios de transporte públicos, limpios y eficientes. 

Además, la continuidad en el desarrollo de programas y alternativas que aseguren el cambio de la vocación de transporte a corto, mediano y largo plazo y la resignificación de los planes de acción que promueven el uso de la bicicleta, a través, de la gestión conjunta entre la administración, la sociedad civil y los colectivos de ciclistas. Lo anterior requiere una construcción social del territorio, para que estas iniciativas de movilidad sostenible sean implementadas por la población a largo plazo. 

Todo esto será importante, para mantener en aumento el uso de la bicicleta en la ciudad, la disminución de los niveles de contaminación y la promoción de un territorio con movilidad sostenible que estará directamente relacionada con la reducción de costos asociados con la exposición a contaminantes. Sin ciclistas urbanos, la salud en la población general empeorará, pero con ciclistas urbanos que sean cuidados y provistos de condiciones de menor exposición, la salud de todos y la economía se verá ampliamente favorecida.

Referencias 

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  1. Área Metropolitana del Valle de Aburra. Plan Maestro Metropolitano de la Bicicleta del Valle de Aburra 2030. Medellín: El Área, 2015. 
  2. Organización de las Naciones Unidas-ONU. Objetivos del Desarrollo Sostenible [Internet] [Consultado 2019 enero 10]. Disponible en: www.undp.org/content/undp/en/home/sustainable-development-goals.html
  3. Mueller N, Rojas-Rueda D, Cole-Hunter T, de Nazelle A, Dons E, Gerike R, Götschi T, Int Panis L, Kahlmeier S, Nieuwenhuijsen M. Health impact assessment of active transportation: A systematic review. Prev Med. 2015 Jul;76:103-14. doi: 10.1016/j.ypmed.2015.04.010. Epub 2015 Apr 18. Review. PubMed PMID: 25900805.
  4. Pucher J, Dijkstra L. Promoting safe walking and cycling to improve public health: Lessons from the Netherlands and Germany. American Journal of Public Health. 2003; 93(9): 1509-1516.
  5. Metaute S, Arias M. Significados de los estudiantes universitarios de la ciudad de Medellín hacia el uso de la bicicleta: una forma de vivirse y vivir en la ciudad [Trabajo de grado Psicología]. Medellín: Universidad de Antioquia. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas; 2017.
  6. Constenla C, Álvarez I. Uso de la bicicleta por los profesionales de la salud. Metas Enferm. 2010; 13(6): 14-8.
  7. Moniek Zuurbier, Gerard Hoek, Peter van den Hazel1 and Bert Brunekreef. Minute ventilation of cyclists, car and bus passengers: an experimental study. Environmental Health 2009, 8:48 
  8. Qin F, Yang Y, Wang S-T, Dong Y-N, Xu M-X, Wang Z-W, et al. Exercise and air pollutants exposure: A systematic review and meta-analysis. Life Sci [Internet]. 2019 Feb 1 [cited 2019 Sep 29];218:153–64. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30582950
  9. Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Universidad de los Andes (UNIANDES). Estudio de evaluación y comparación de la exposición a material particulado para ciclistas urbanos en Bogotá y usuarios de otros modos de transporte. Bogotá, Colombia. Reporte en el marco del proyecto Estrategia Integral para el Uso de la Bicicleta en Ciudades de América Latina. División de transporte. Washington D. C. 2017.
  10. Piñeros, Juan Gabriel; Grisales, Hugo; Nieto, Emmanuel; Montealegre, Nora Adriana; Villa, Fernán Alonso, Agudelo, Ruth Marina; Cubaque, Heisling Alexander y Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Contaminación atmosférica y sus efectos sobre la salud de los habitantes del Valle de Aburrá 2008-2015. [Internet] [Consultado 2019 noviembre 29]. Disponible en: www.metropol.gov.co/ambiental/calidad-del-aire/Biblioteca-aire/Re-analisis/ContaminacionAtmosferica_y_sus_Efectos_en_la_Salud-AMVA_2019.pdf 
  11. Universidad EAFIT. Informe anual de Calidad del Aire 2018. [Internet] [Consultado 2020 febrero 25]. Disponible en: https://www.metropol.gov.co/ambiental/calidad-del-aire/Biblioteca-aire/Estudios-calidad-del-aire/InformeAnual%20Aire%202018.pdf
  12. Von Schneidemesser E, Steinmar K, Weatherhead EC, Bonn B, Gerwig H, Quedenau J. Air pollution at human scales in an urban environment: Impact of local environment and vehicles on particle number concentrations. Sci Total Environ. 2019 Oct 20;688:691-700. doi: 10.1016/j.scitotenv.2019.06.309.
  13. Nazelle A, Bode O, Orjuela JP. Comparison of air pollution exposures in active vs. passive travel modes in European cities: A quantitative review. Environ Int. 2017 Feb;99:151-160. doi: 10.1016/j.envint.2016.12.023.
  14. Tainio M, de Nazelle AJ, Götschi T, Kahlmeier S, Rojas-Rueda D, Nieuwenhuijsen MJ, et al. Can air pollution negate the health benefits of cycling and walking? Prev Med (Baltim) [Internet]. 2016 Jun 1 [cited 2019 Sep 29];87:233–6. Available from: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0091743516000402
  15. Giraldo K. Percepciones de riesgo en salud de estudiantes de la Universidad de Antioquia en Medellín, que usan bicicleta como transporte urbano, 2019 [Trabajo de grado Administración en Salud]. Medellín: Universidad de Antioquia. Facultad Nacional de Salud Pública; 2019.

Por: Kamila Giraldo Quintero, Diana Carolina Muñoz Tamayo y Juan Gabriel Piñeros Jiménez.

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