“Consejos de una hija a una madre”: un libro para mirar distinto

María Isabella es la autora de un texto que escribió a partir de su experiencia, después del divorcio familiar y de dejar Cúcuta, la ciudad donde nació. Además de disfrutar el proceso de escritura, quiere llevar a otros, una forma distinta de ver algunas experiencias

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Nació hace 12 años y, al escucharla, uno siente que tal vez fue antes. Habla con tranquilidad y pausas, responde las preguntas sin rodeos e incluye algunas reflexiones sobre su experiencia. María Isabella Acosta es una joven estudiante del colegio El Carmelo que llegó a Envigado desde Cúcuta. Sus padres son decoradores y vinieron a Antioquia con el propósito de buscar oportunidades mejores. Con su saber sobre flores y conocimiento sobre eventos, ya encontraron un lugar, aquí.

“Consejos de una hija a una madre” no nació como un libro. Empezó como apuntes dispersos en cuadernos que tenía y en los que anotó reflexiones sobre lo que pasaba. Esos apuntes los vió Tomás, su papá, y después de conversar con ella, tomaron la decisión de publicarlos. También invitaron a Tomás, su hermano menor, a ser el ilustrador.

Más allá de la edad o el camino que apenas empieza en la escritura, este libro comprueba por qué escribir se convierte en la opción de muchos, para ver los problemas desde otro lado, encontrar lo bueno en otras personas y estar cerca a lectores desconocidos que tal vez pasan por la misma situación, no la entienden o viven con dificultad. También es un ejemplo de lo que ocurre cuando alguien trasciende un problema y lo ve más allá.

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Cambio y fantasía

María Isabella cuenta que es lectora de Harry Potter y seguidora de los libros que tienen una historia de fantasía y la llevan a imaginar. Aclara que aprendió a leer en su casa y lo hace por gusto: “nunca por obligación”. Esta actividad la combina con clases de piano y de patinaje en el Club PAEN de Envigado. 

A través de las páginas de su libro, expresa admiración a su mamá y le habla de formas distintas después de mirarla con cuidado y un sentido de realidad. En su libro se lee: “en ciertas ocasiones me pongo en los zapatos de mi mamá y entiendo lo desgastante y triste que le resulta repetir tantas veces lo mismo y pasarse todo un día ordenando nuestras cosas. Cuando digo esto, pienso especialmente en mi hermanito, que es medalla de oro olímpico en desordenarlo todo. Creo que todos lo sabemos. Si queremos salir a jugar, todo debe estar ordenado”. 

¿Muy personal?

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Al volver sobre el proceso de escritura, María Isabella habla del capítulo número 8 en el que trata el tema del divorcio de sus padres: “pensé mucho si escribir sobre esto porque era una situación de varias personas y en la que no quería equivocarme o contar cosas innecesarias. Aunque en nuestra familia ha salido bien, también ha tenido momentos difíciles porque fue algo que no imaginó. Sin embargo, cuenta que logró ver el punto de vista de los dos, a la hora tomar una decisión así. Y esto la llevó a entender y a sentirse más tranquila.

“Muchas veces, la separación puede ser algo necesario. Es un alivio o un descanso frente a las peleas, desacuerdos y discusiones”, escribe. Ahora, cuenta que pasa una semana en la casa de su papá, y otra en la de su mamá. Ambos lugares están a pocos minutos de distancia y esto hace más fácil, las rutinas y movimientos de ella y su hermano. Sobre el libro y el futuro, dice que le gustaría presentarlo y que tal vez ayude a los lectores. Sabe que el oficio de escritura sigue y apenas es el comienzo.

El libro se consigue en: https://www.amazon.com. Una vez ahí, es suficiente con escribir “Consejos de una hija a una madre”, en la opción de búsqueda.

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