Alberto Cortez: Suspiros incontrolables.
Un simple programa de televisión mexicano en 1991 enfocó como pocos la magia y el intimismo de un poema entonado por la profunda voz de Alberto Cortez. La anfitriona era Verónica Castro pero pudo haber sido cualquier mujer la que se quedara impávida y emitiera esos suspiros incontrolables ante la melodía que expelía y que daba en ese momento un nuevo significado al verso de Neruda; el que inicia con un romántico, “puedo escribir los versos más tristes esta noche”.
Sólo Alberto Cortez pudo retratar sonoramente ese sentimiento tan especial, acompañado ese día del piano, el amigo que aún lo acompaña después de 50 años de carrera artística y que lo transportó desde la Pampa Argentina a todos los rincones hispanoamericanos. Acaba de cumplir 70 años y sigue igual: cálido, sensible, intimista y sentimental. Cortez, como quedó demostrado en aquel programa de 1991 siempre supo conectar con el aspecto más emocional de su audiencia. Como olvidar sus históricas odas a los amigos, sus 38 trabajos musicales y la profundidad de esos versos que silenciaban atmósferas. Carlos Tobón lo retrató en 1987.