Se registró un importante redescubrimiento para la ecología de Medellín, después de 170 años, en actividades de investigación de la Universidad CES.
Se trata del insecto espina, y el hallazgo se produjo en la reserva San Pedro en Santa Elena (corregimiento de Medellín).
Pertenece a la especie Bubalopa furcata. Es endémica de Colombia y antes solo se había registrado en la Cordillera Central.
Aunque no se tienen detalles precisos de la localidad donde fue observada hace 170 años, se tiene información que esta especie fue recolectada en Colombia y descrita en 1846 por un entomólogo francés y está depositada en una colección en Europa.
Luis Humberto Ossa, subsecretario de Recursos Naturales Renovables de la Secretaría de Medio Ambiente, explicó que la reserva de San Pedro es un hábitat natural para nuestra biodiversidad y “este nuevo registro indica que la protección que estamos haciendo en nuestros ecosistemas estratégicos está siendo exitosa, garantizando el hábitat natural a gran variedad de especies de flora y fauna”, dijo.
La ecología de esta especie
El insecto espina vive en la planta Senna pistaciifolia o alcaparro, como se le conoce en la ciudad de Medellín.
En general, es una especie solitaria, difícil de encontrar, principalmente porque se camufla muy bien con su planta hospedera.
Como el resto de especies en la familia de los insectos espina (Membracidae), se alimenta de la savia de la planta.
Debido a su rareza, no se conoce mucho de su biología y su interacción con otros organismos. Al igual que otros insectos fitófagos que se alimentan de materias vegetales. Se podría suponer que esta especie interactúa con organismos que se alimentan y necesitan de ellos, como avispas parasitoides, insectos depredadores e incluso algunos vertebrados como las aves. Por lo cual, se afirma en la ficha técnica del avistamiento, pueden ser importantes en la red trófica del ecosistema de la reserva de San Pedro. Al ser solitarios, estos insectos no causan daños importantes en las plantas.
Camilo Flórez Valencia, Investigador Universidad CES, consideró que el redescubrimiento de esta especie de insecto espina es muy importante, “porque nos permite ver cómo ha ido mejorando el ecosistema en esta área debido a la regeneración asistida y como muchas especies están interactuando con el entorno.
En el caso de este insecto espina solo se conocía su biología a partir de un espécimen de museo, guardado hace 170 años. Esto nos permite ver la importancia de cuidar y proteger los ecosistemas estratégicos de la ciudad que albergan una diversidad que no conocemos”, narró.