Culinaria poética, sabores independientes

Los restaurantes independientes se están convirtiendo en los refugios que aceleran el dinamismo y consolidan nuestra identidad.

En estos días veía la charla TED del músico uruguayo Jorge Drexler, y allí hablaba de las décimas, estrofas poéticas que sólo existen en español. Manifestación única de la música y la poesía latinoamericana. Así como esta estructura literaria es propia a nuestra cultura, los restaurantes independientes, es decir, los no vinculados a grandes cadenas, capitales y marcas, a mi modo de ver, se están convirtiendo en los refugios privilegiados que aceleran el dinamismo y consolidan nuestra identidad en los múltiples movimientos gastronómicos que vivimos. Y en nuestra ciudad ¡existen!

Le puede interesar: Como, luego existo: la supervivencia del último acto análogo

Efectivamente, vienen apareciendo (muy lentamente), desde hace varios años, algunos de estos establecimientos, liderados por poetas de la cocina. Pequeños establecimientos con cartas cortas, productos cercanos, trato simple y recetas que combinan el acervo local con el mundial.

Los admiro aún más por la voluntad de generar alternativas al predominante consumo masivo promovido por publicidades engañosas, plataformas abocadas a distribuir malos hábitos alimentarios y consumidores habituados a un facilismo gastronómico que algunas veces genera desconsuelo.

Son liderados por cocineros que luchan cotidianamente por equilibrar su pasión y las ventas, por encontrar y fidelizar un público escaso en la ciudad, por generar empleo y vivir dignamente de su pasión. Encuentro en sus expresiones creativas y sabrosos universos una delicada expresión de sensatez entre su ADN artístico y su supervivencia empresarial. Reinterpretando clásicos de la cocina local, integrando cada vez más las cadenas de aprovisionamiento y ofreciendo vinos fuera del común denominador, así están logrando convencer al comensal local de que otra gastronomía es posible.

Y es que estos establecimientos son necesarios. Permiten al aletargado paisaje culinario local sacudirse y sobreponerse al hamburguesamiento, alitadepollomiento, seudosushimiento y pizzamiento que se viene imponiendo en la ciudad. Reconocen y enaltecen la cultura local y nos llevan de viaje por las regiones de nuestro territorio, contándonos historias.

Ahora que pareciera que vamos a poder reocupar el espacio urbano, prestemos más atención a los versos que ofrecen estos locales. Salgamos de los caminos habituales y zonas de confort. Salgamos a probar cosas nuevas, a dejarnos sorprender por las creaciones y sabores que ofrecen.

¿Cómo reconocerlos? Muy fácil, no están en los centros comerciales, no se piden por aplicaciones de domicilios; están liderados por personas visibles, de carne y hueso, y, por lo general, sólo cuentan con un local. Acerquémonos a estas manifestaciones diversas de lo que somos, y promovamos nuestra “décima gastronómica”, aquellos sabores únicos que estos poetas culinarios intentan mantener vivos.

- Publicidad -

Más contenido similar