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Publicado en la edición 384, febrero 15 de 2009 | ||
¿Por qué siempre al revés?
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Hace más de 45 años que los buses de Autobuses El Poblado Laureles suben y bajan por esta montaña, y casi desde el principio la ubicación de la terminal ha sido un problema. Así fue cuando era en el Parque de El Poblado, luego en La Cachucha y después en Los Parra y en San Lucas y en La Chacona y ahora, en la Vía Linares, al lado de El Garabato.
En una presentación para Corpoblado, Juan Bernardo Gálvez, de la Empresa de Desarrollo Urbano, Edu, la entidad encargada por la Alcaldía de la construcción de las terminales de buses, explicó que aun faltan muchas cosas para que la terminal sea construida en ese lugar, entre otras, un estudio técnico de movilidad y que el Concejo de Medellín apruebe una modificación de los usos del suelo para poder construir el edificio allí. En esa presentación el señor Gálvez argumentó una serie de razones técnicas relacionadas con la organización y el costo del transporte público para que la terminal deba estar ubicada en un lugar cercano al punto de inicio de la ruta. Al saber estas cosas no se entiende entonces por qué la Alcaldía respalda con tanta fuerza el proyecto actual si los vecinos más cercanos han demostrado con paciencia y sensatez que ese quizás no sea el mejor punto. Si la terminal debe cerca del punto de inicio de la ruta, y en la actualidad la empresa de buses tiene un depósito en Barrio Colombia donde guarda sus vehículos en la noche, por qué cuando la comunidad sugiere que la terminal sea por esos lados, los funcionarios de la Edu descartan la idea. O por qué cuando les dicen que en la ubicación actual propuesta los buses deberán subir por calles empinadas y estrechas para llegar o salir de allí, les parece que eso no es algo que agrave más la congestión y la seguridad vial. Y nadie explica por qué la terminal, construida con dinero público, debe hacerse en un lugar en el que la tierra es objetivamente más cara que en casi todos los lugares posibles para su ubicación. Además, la defensa cerrada de este proyecto y su ubicación, extraña aún más si se tiene en cuenta que aún no ha sido hecho un estudio técnico de movilidad, que seguramente mostrará algunas cosas obvias que padecemos quienes vivimos aquí, como que los buses tienen recorridos y horarios que poco sirven a nuestras necesidades cotidianas (laborales y familiares) de desplazamiento y que la ubicación de la terminal en el lugar propuesto no sería menos equivocada que lo que hay, por ejemplo, en Los Parra. Esperamos que en la Alcaldía entiendan esta vez que cuando llaman a la comunidad a participar de las decisiones no basta con hacer reuniones para cumplir un requisito formal, como sienten que está volviendo a suceder en este caso, según algunos de los afectados. |
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