Los “chiches” para la cocina
Si quiere hacer sus arepas a la antigua, es decir a partir del maíz y no de la areparina, va a necesitar una máquina de moler
Antes de entrar en el tema de hoy, quiero dedicar un párrafo a las última novedad de esta sección: el merecido descanso que se toma nuestra querida Doña Gula, pero que deja huérfanos a sus lectores de su sabiduría y humor; ojalá que este sabático sea más corto del tiempo que ella se propuso como meta.
A partir de la siguiente pregunta, pasemos al tema de hoy: ¿Qué elementos hay que tener para equipar una cocina en forma razonable, pero sin invertir sumas ingentes de dinero? La pregunta que en mi opinión es muy pertinente para muchos, tiene respuestas variadas según los deseos o requerimientos propios de quién debe responderla, por ejemplo: el dinero disponible; la frecuencia de utilización que se les dará; la cercanía o no a la cocina de la persona; el número de personas para los que cocina periódicamente, etcétera. Trataré de focalizarme en aquellos elementos que según mi opinión y experiencia personal considero indispensables para una casa o familia normal.
El primer grupo de elementos está conformado por los cuchillos. Se encuentran en diferentes calidades, tamaños y precios. En lugar de comprar un juego de cuchillos variado y costoso, estimo que se puede sobrevivir con solo tres: uno pequeño para pelar y picar verduras, que tiene generalmente una hoja de unos 12 centímetros de largo; uno grande con una hoja de unos 20 centímetros de largo, como los que utilizan los chefs de la televisión; es preferible que este tenga una hoja gruesa para facilitar el trabajo pesado a que se verá sometido, tales como el corte de carnes y de piezas grandes; y un cuchillo mediano o grande con una hoja con dientes de sierra, que se utilizará para cortar el pan.
El segundo grupo es el de la las ollas y sartenes: la mejor compra que se puede hacer es si estas son de hierro fundido, no son demasiado costosas, son muy durables y debido a su material transmiten y conservan muy bien el calor; en su ausencia es otra buena opción aquellas que no necesitan aceite (o muy poco) para la cocción, tienen la desventaja de tener una vida limitada, ya que requieren extremo cuidado durante su lavado para que no se ralle la película especial que las recubre; finalmente también pueden utilizarse las de aluminio que son más económicas, pero también ofrecen menores prestaciones en cuanto a calidad y manejo del calor. Una sartén mediana, una olla grande y una mediana serán suficientes para equipar una cocina básica, Se pueden complementar con: una olla a presión para hacer más rápidamente las cocciones que toman muchas horas (frisoles, posta, muchacho) y con una o dos cacerolas pequeñas con tapa para la cocción de huevos fritos u hogaos. En este grupo incluyo también a uno o varios moldes para llevar al horno para la cocción de carnes, pescados o tartas; los de vidrio refractario son económicos y funcionan muy bien.
Un tercer grupo está conformado por elementos variados y que pueden ser: una tabla de madera o de plástico para picar los productos crudos; unos 2 ó 3 recipientes de acero o plástico para hacer mezclas; un tazón marcado para medir los ingredientes sólidos o líquidos que se necesitan para hacer una receta, acompañado por un juego de cucharas con diferentes medidas; una lata para el horno (para preparar panes, galletas, carnes); una o dos cucharas de madera para revolver la cocción; una espumadera para cuando se fríen los alimentos; un cucharón para servir la sopa; un pela papas; un cedazo mediano o grande, hecho de alambre, para colar; un rallador para desmenuzar las verduras, los quesos o panes; una espátula plástica flexible y resistente al calor, que es un instrumento especial para limpiar el fondo de las ollas o las sartenes cuando se hacen salsas para así poder aprovecharlas al máximo; unas pinzas metálicas para voltear las carnes cuando se cocinan en las sartenes o en el horno; un destapador de botellas y un buen abrelatas; y finalmente, un molinillo (procesador) eléctrico que es un aparato muy útil y no muy costoso, para procesar o batir los alimentos.
A continuación enumeraré otros elementos adicionales, útiles pero no necesarios: si quiere hacer sus arepas a la antigua, es decir a partir del maíz y no de la areparina, va a necesitar una máquina de moler; si quiere disfrutar de un chocolate tradicional adquiera una chocolatera y un molinillo de madera, estos le ayudarán a recuperar ese sabor casi perdido en su memoria, cuando disfrutaba de ésta bebida en la casa de sus abuelos; por otro lado, si no dispone de mucho tiempo y quiere cocinar rápidamente o recalentar la comida preparada que compra fuera de casa, adquiera un horno de microondas y aprenda a utilizarlo adecuadamente, se encontrará con una verdadera sorpresa el ver cuántas recetas ricas y variadas podrá elaborar con el.
A partir de la lista anterior podrá empezar a borrar algunos elementos porque no los encuentra necesarios, o agregar otros que estime que necesitará o que le sean atractivos, por ejemplo: una licuadora, un procesador de alimentos, una batidora, un wok para preparar comidas al estilo chino, y en fin todo aquello que estime que será necesario para alimentar su afición por el arte de las ollas y las sartenes.
Buenos Aires, marzo de 2008.