Del fin de año y los propósitos

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Elena María Molina Villegas
Por Elena María Molina Villegas / Vida plena / [email protected]
 Nos mata la inercia, actuamos por necesidad y eso no es movimiento, eso es un resultado, una consecuencia. Es una actuación casi teatral, una respuesta automática. Escucharse, mirarse, verse, es lo que genera el movimiento
 

En la euforia que manifestamos cada fin de año, más que hacer balance para vernos y aprovechar los logros y dejar atrás el sinsentido, nos llenamos de buenos propósitos. “El año entrante…” y en un abrir y cerrar de ojos el tiempo pasó y como un pequeño ventarrón, se llevó el tiempo – que es lo único que nos pertenece, el instante- y todo lo planeado. Como creo en el Ser Humano, en su poder de transformación, en las mutaciones, soy de naturaleza positiva. Tengo fe en que el Hombre es movimiento y por tanto agente transformador de su vida y de las circunstancias.

Nos mata la inercia, actuamos por necesidad y eso no es movimiento, eso es un resultado, una consecuencia, pero no es movimiento. Es una actuación casi teatral, una respuesta automática. No escuchamos y tal vez después del silencio, el susurro que el oído presto a la escucha interior es primordial. Escucharse, mirarse, verse, es lo que genera el movimiento. Y muy consciente de lo que pasa tan agobiante y difícil de aceptar en este mundo en que vivimos, soy realista cuando me repito de que nada de lo que ocurre en el mundo exterior es ajeno de mis vivencias interiores, de las vivencias de cada ser Humano.

El gran propósito es que el 2017 nos permite ser libre y estar en movimiento:
“La mano que ayuda es movimiento.
La mirada que irradia, es movimiento,
La elevación de la materia hacia nuevas moradas es movimiento.
Creación nueva: ya no más cautiverio,
sino libertad. La única libertad…
En vano son los músculos,
En vano los tendones, en vano los huesos.
¿Qué serán los tendones? Cuerdas.
¿Los huesos? Palos.
¿Los nervios? Látigos…
Sólo el verdadero movimiento libera. Enséñalo y bajo tus manos los cuerpos renacerán.
Saldrán de sus tumbas porque ahora todos están muertos.
¿Aceptas esta misión?”
La respuesta del Ángel. Gitta Mallaz.
Editorial Sirio.

Es la libertad lo que permite ascender, cambiar. El Yo Acepto, son las palabras mágicas que transforman la energía y permiten el gran cambio personal y el de las circunstancias. Que el 2017 sea un gran reto para una gran transformación desde lo personal de cada ser, se logra un cambio general en este mundo que es el reflejo de como nos alejamos de lo íntimo, de nuestro ser interior.
Feliz año, un buen año.

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