Se requieren nuevos pactos sociales que hagan posible estructuras sociales y económicas más equitativas y distributivas que garanticen la calidad de vida y las oportunidades para todos. Es un desafío ético.
El calentamiento global es un desafío mayor que el coronavirus y más mortífero. Desafortunadamente es menos perceptible en su inmediatez y su identificación como amenaza no es unánime.