En los últimos años, la tasa de natalidad ha disminuido drásticamente en muchos países occidentales, y Colombia no es la excepción. Medellín, una ciudad que ha sido modelo de innovación social, enfrenta un reto creciente: cómo equilibrar maternidad y vida laboral sin que las mujeres deban elegir entre su carrera y su familia. La realidad es que muchas profesionales postergan o incluso renuncian a la idea de ser madres por la falta de apoyo en el entorno laboral.
Un reciente estudio de NBER (The Child Penalty Atlas, Kleven, Landais & Leite-Mariante, 2024) revela que, en países como Estados Unidos y el Reino Unido, la participación laboral de las mujeres disminuye hasta en un 44 % tras el nacimiento del primer hijo. En Francia y Alemania, la penalización ronda el 30 %, mientras que en los países nórdicos, donde existen políticas más equitativas, es menor al 10 %.
Esta realidad también impacta a Medellín, donde muchas mujeres altamente capacitadas enfrentan dificultades para mantenerse en el mercado laboral tras la maternidad. Pero, ¿qué pueden hacer las empresas para retener talento femenino y fomentar un ambiente inclusivo? La respuesta está en crear estrategias de apoyo que faciliten la transición a la maternidad sin afectar el crecimiento profesional.
El rol de las empresas en la conciliación familiar
Las organizaciones en Medellín pueden tomar medidas concretas para garantizar que las mujeres en roles de liderazgo no se vean obligadas a elegir entre su desarrollo profesional y su familia. Algunas estrategias efectivas incluyen:
- Flexibilidad horaria y trabajo remoto: permitir que las madres ajusten sus horarios o trabajen desde casa mejora la productividad y el bienestar. Enseñar estrategias de manejo del tiempo más explícitas, entrenamientos cognitivos en funciones ejecutivas para mejor planificación, puede impulsar su rendimiento en horarios que no compitan con su vida familiar.
- Mentorías empresariales de apoyo a la maternidad: contar con expertos en familia permite brindar acompañamiento a las familias en los desafíos de la crianza, facilitando una transición armoniosa entre el trabajo y la vida personal. La experiencia nos ha demostrado que, a través de este tipo de apoyo, muchas madres que consideran renunciar pueden encontrar estrategias efectivas para mantenerse en empleos que disfrutan y en los que se sienten valoradas y exitosas.
- Licencias de paternidad extendidas y nuevas paternidades involucradas: incluir a los hombres en la corresponsabilidad del cuidado infantil genera una cultura laboral más equitativa y sostenible. Las nuevas paternidades, donde los padres asumen un rol activo en la crianza desde el inicio, son clave para el bienestar de las familias y la equidad en el trabajo. Para esto es fundamental brindar también estrategias flexibles, ya que se asume que la madre podrá asumir lo que el padre no puede, comprometiendo la posibilidad de la madre de desempeñarse en sus funciones sin la presión de que el cuidado es únicamente de ella.
Hombres sensibles, empresas más equilibradas
El rol de los hombres en la equidad laboral es fundamental. Las empresas que promueven la corresponsabilidad parental y la sensibilidad frente a los retos de la maternidad no solo benefician a las mujeres, sino que también fortalecen su cultura organizacional. Hombres más conscientes y comprometidos generan espacios de trabajo más colaborativos y humanos. Las nuevas paternidades desempeñan un papel esencial en este proceso, permitiendo que la crianza no recaiga exclusivamente en las madres y promoviendo una distribución equitativa de responsabilidades en el hogar y el trabajo.
Un aspecto clave a considerar es que las mujeres con altas capacidades intelectuales, académicas y emocionales reconocen con mayor facilidad la importancia de su presencia en el rol de madres, o las implicaciones negativas de no hacerlo. Esto significa que el talento que una empresa puede perder cuando una mujer se ve obligada a renunciar por no lograr equilibrar su vida profesional y familiar, es probablemente uno de los más valiosos. Además, muchas mujeres, al prever la dificultad de conciliar ambas responsabilidades, optan por no tener hijos, lo que contribuye a la disminución de la natalidad.
El futuro de la natalidad y del desarrollo empresarial en Medellín depende de nuestra capacidad para innovar en soluciones que permitan equilibrar vida laboral y familiar. Las empresas que invierten en estos cambios no solo retienen talento valioso, sino que también se posicionan como líderes en bienestar corporativo y equidad de género.