Atrevida, inesperada, intimidante, intrusiva, casi peligrosa; también sensible, refinada, exquisita y muy francesa; son algunos de los adjetivos para definir a la artista Sophie Calle, quien inaugurará exposición en el Mamm el próximo 21 de marzo bajo el nombre Historias de Pared.
Su recorrido por la escena artística internacional ha hecho de su nombre un hito, lo que ya justifica la visita a su muestra en Medellín. Fue invitada como representante oficial de Francia a la Bienal de Venecia en 2007 y a la Bienal de Estambul en 2011. Ha expuesto en importantes escenarios como la Biblioteca Nacional de Francia, en París; La Royal Academy of Arts, en Londres; el Musée des Beaux-Arts, en Bruselas; la Whitechapel Gallery, en Londres, y el El Centro Pompidou, en París, entre otros.
La conocí en 2005 cuando fue invitada a una clase a la cual yo asistía. Su nombre no me era familiar, como tampoco lo es para muchos de ustedes; sin embargo se hablaba de ella con respeto y admiración, lo que ya invitaba a estar expectante ante su visita. En un inglés con marcado acento parisino, narró historias de su obra, de la gente, de su vida; del arte de perseguir, de sus amores y desamores, de los de otros; de cámaras escondidas, de camas compartidas. Y así, terminamos todos inmersos en el mundo detectivesco de Sophie Calle. Recuerdo especialmente la obra L’Homme au Carnet (The Address Book, 1983). En ella, Sophie se propuso construir el perfil del dueño de una libreta de teléfonos encontrada en la calle; tras llamar a cada uno de los contactos de la libreta (cerca de 400) y pedir características del propietario, decidió publicar el perfil de ese hombre en el diario francés Libération. El hecho, por supuesto, le trajo problemas posteriores.
Pero, ¿qué veremos en Medellín? Preguntó alguien después de leer un diario local que ya anunciaba la llegada de la artista a la ciudad. Por la dificultad de clasificar su obra, es importante mencionar que se ha construido con la observación del mundo y de quienes lo habitan; con una gran habilidad para narrarla. Ella se ha obsesionado con seguir a otros; ha contado el número de personas a quienes sonríe al pasar y los que sonríen de vuelta; ha invitado a gente extraña a dormir en su casa; ha decidido comer alimentos de un solo color cada día; ha invitado a mujeres de todo el mundo a responder una carta que le han escrito exclusivamente a ella. Ha convertido su vida íntima en vida pública y es allí quizás donde se sitúa su obra. Pero también en el proceso, en cada momento de su preparación y ejecución, en los días de observación y espionaje, en los días de dolorosa escritura y en el acompañamiento a cada uno de sus personajes, reales y ficticios.
Su manera particular de ver y compartir su mundo y el de los demás, la ha convertido en una artista de culto que inspira la producción de otros artistas, músicos, dramaturgos y escritores como Paul Auster, con su obra Leviatán.
En Medellín presentará cuatro instalaciones de diferentes épocas: Les Aveugles (Los Ciegos, 1985), Voir La Mer (Ver el Mar, 2011), Douleur Exquise (Dolor exquisito, 1984) y No Sex Last Night (Sin sexo la última noche, 1992). Quienes visiten la muestra, luego contarán que la conocieron en 2012 en una exposición del Museo de Arte Moderno de Medellín y que su nombre hasta entonces no les era familiar. Sin embargo, habrá para siempre una cierta dosis de cada uno en sus obras y una cierta dosis de sus obras en la memoria de todos.
(Responda la trivia sobre Sophie Calle en www.vivirenelpoblado.com para la posibilidad de ver la exposición en una visita guiada por la artista).
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